Es hora de que lo ambiental o ecológico deje de verse como un tema desvinculado y aparte de los demás temas de interés público nacional.
✍🏽Amado Ríos Valdez
Chiapas es un estado biodiverso y con un capital natural, entre los más importantes del país, mismos que debieran ser su base y sustento de desarrollo económico, social y cultural; sin embargo, por múltiples razones, sigue siendo un estado que adopta permanentemente modelos de desarrollo ajenos a su potencial real, con los resultados económicos y sociales harto conocidos.
Como en cada periodo electoral, en Chiapas, las pasiones se desbordan y los pronunciamientos están más influenciados por la mercadotecnia que por la razón, y menos aún por el conocimiento científico. Así, vemos y escuchamos toda clase de propuestas, compromisos, ideas que tienen el propósito de “gustar”, de ser del agrado de un electorado polifacético y volátil. Lamentablemente, la mercadotecnia y la publicidad se han ido convirtiendo en algo más importante que las ideas y los programas, en este tenor, es el “eslogan” más importante que las propuestas sustentadas y la imagen sustituye al proyecto.
Los candidatos y candidatas son ofrecidos como productos, no como seres pensantes que de ser elegidos asumirán tareas fundamentales para el desarrollo del municipio, del estado o de la nación. Ellos y ellas aceptan esta prostitución a cambio de mejorar sus posibilidades de ser electos, y en ese proceso debilitan el necesario debate político, crítico de ideas y proyectos. Es nuestro deber elevar el nivel de la política para que los electores tengamos mejores opciones y evitar que se elija a alguien solo porque logró ofrecerse como un mejor producto de mercadotecnia.
Con el afán de contribuir al debate informado y a la construcción de propuestas para el desarrollo económico, social y cultural de Chiapas con base en la sustentabilidad, para que se puedan retomar y profundizar en los siguientes meses de definiciones políticas del presente y del futuro del estado, les dejo una selección de temas que sintetizan las principales problemáticas que deben enfrentarse en el enfoque ambiental.
Desde mi punto de vista y mi experiencia, los principales retos ambientales en Chiapas son:
La generación y disposición final de los residuos (la basura).
La descarga y tratamiento de las aguas residuales.
La captura y comercio ilegal de animales y plantas en peligro de extinción.
La tala y comercio ilegal de madera.
La erosión de los suelos, producto de la deforestación y la sobreexplotación.
La contaminación de las aguas y suelos con pesticidas y agroquímicos.
La invasión de las áreas naturales protegidas.
La escasa educación y cultura ambiental.
La contaminación de ríos, arroyos, lagos y esteros.
El desarrollo urbano desordenado.
La falta de incorporación del riesgo y el capital ambiental en la planificación territorial.
La carencia de cultura ambiental en las administraciones municipales.
El nombramiento de personas inexpertas y sin el más mínimo conocimiento en las áreas ambientales municipales y estatales.
La preocupante incorporación de especies exóticas e invasoras en los diferentes sistemas productivos del estado.
Desde luego que este listado puede ser enriquecido y espero que contribuya a que los interesados y los expertos en la materia ambiental y ecológica puedan sumar o precisar estos temas, pero son los que me parecen más importantes y críticos para Chiapas.
Desde que comencé a contribuir con mi Columna “Ecología Humana”, he pretendido abarcar cada uno de los temas listados arriba para poder desarrollar algunas ideas que aproximen a su diagnóstico y sus propuestas de solución y espero seguir haciéndolo así en mis siguientes contribuciones, sin embargo, considero muy importante que el análisis y el debate técnico y científico no solo llenen páginas y páginas de libros y de periódicos, sino que sean efectivamente parte de la política pública y contribuyan a mejorar las condiciones de salud, bienestar y de calidad de vida de las personas.
El divorcio de la ciencia y la política solo hace daño a la sociedad, al medio ambiente, al estado; yo apuesto por una ciencia que se involucre y se comprometa a fondo con la solución de los problemas, con los diagnósticos precisos, con las tomas de decisiones, por una ciencia que haga política y salga de las aulas a las calles, las plazas y las instituciones de los diferentes poderes.
Desde estas páginas pido a las personalidades de todos los institutos políticos que contenderán por los distintos cargos de elección popular y a los que puedan ser seleccionados para ocupar una responsabilidad en los gabinetes, que volteen a la ciencia y la tecnología. Chiapas tiene en sus universidades e institutos de investigación un bagaje de conocimiento, diagnósticos y soluciones que no deben soslayarse a la hora de proponer alternativas reales y viables para el estado.
Chiapas tiene fortaleza y solidez en sus universidades: La Universidad Autónoma de Chiapas, La Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, la Universidad Intercultural de Chiapas, La Universidad Politécnica de Chiapas, entre otras, además del Ecosur (Colegio de la Frontera Sur). En ellas se efectúan todos los días investigaciones y análisis sobre los diversos problemas en Chiapas y la inversión pública que se les destina debiera ser un incentivo para que sus investigaciones sean base y pilar fundamental para la planificación.
Chiapas no puede permitirse planificar sin tomar como base el conocimiento científico y técnico que producen sus instituciones de investigación superior, haberlo hecho durante tantos años ha dejado un estado pobre, socialmente inestable, económicamente débil, marginado en lo educativo, último lugar en casi todos los indicadores de desarrollo y de bienestar social. Chiapas no puede seguir apostando a la ignorancia y a la ocurrencia, porque como ya lo dijo alguna vez el filósofo griego Platón “la educación y la enseñanza mejoran a los buenos y hacen buenos a los malos” o en el mismo sentido como dijo el Dr. Derek Curtis Bok, expresidente de la Universidad de Harvard. “Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”, en este sentido ha resultado muy, pero muy caro a Chiapas en todos los sentidos no haber apostado por la educación y el conocimiento científico.
Adicionalmente hay que señalar que es hora de que lo ambiental o ecológico deje de verse como un tema desvinculado y aparte de los demás temas de interés público nacional. A lo ambiental se le trata como un chipote o un pegote del que hay que hablar por obligación, no por necesidad. Lo ambiental es un tema transversal que tiene implicaciones en todos los otros temas del desarrollo nacional, estatal y municipal: en la alimentación, la cultura, la pobreza, la seguridad, la producción, las exportaciones e importaciones, los derechos humanos, etcétera. Tratarlo como un tema separado y ajeno solo trivializa e impide enfocar los problemas en sus dimensiones reales.
Estamos en una encrucijada histórica, no solo en lo estatal y nacional, también en lo que se refiere a nuestro destino en el planeta. Las decisiones que tomemos hoy sobre la forma e intensidad de aprovechar los recursos y nuestro capital natural, tendrán efectos inmediatos en nuestras vidas y también en las futuras generaciones, y si algo hemos aprendido últimamente es que nuestras decisiones locales tienen consecuencias globales. Si sabemos incorporar la ciencia y la tecnología en nuestras decisiones es más probable que tengamos posibilidades reales de desarrollo y que éste sea sostenible a muy largo plazo.
amado.rios@gmail.com