Las cifras oficiales de pobreza en México contrastan con las cifras reales; el sureste de México sigue siendo la región más azotada por este nivel socioeconómico.
✍?Alejandro Moguel
Pobreza extrema significa personas sin posibilidades de obtener tres raciones de comida con calidad al día, carencia de viviendas dignas para vivir, sin servicios de salud al alcance de todos y sin educación, principalmente.
Las cifras oficiales de pobreza en México contrastan con las cifras reales. El presidente, Andrés Manuel López Obrador celebró, a principios del 2023, que en el país había en ese momento una reducción de 10% en la pobreza, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo, el sureste de México sigue siendo la región más azotada por este nivel socioeconómico.
Chiapas, Guerrero y Oaxaca –en ese orden– son los estados donde hay un mayor índice de pobreza extrema; es decir, que su ingreso al mes es menor de los 2 mil 86 pesos para zonas urbanas y de mil 600 para zonas rurales.
Además de que presenta al menos tres carencias sociales: derecho a la educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación.
“Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”, explica el Coneval en su página web.
El primero registró que el 67.4% de sus habitantes se encuentran atrapados en esta situación, el segundo con 60.4% y el tercero con 58.4 por ciento. Luego le siguen Veracruz y Puebla, con 13.1 y 11.4%, respectivamente.
Por el contrario, las entidades con menor índice de pobreza extrema son: Baja California Sur, con 0.8%; Nuevo León, con 1.1%; Colima, con 1.2%; Baja California, con 1.3%; y Sonora, con 1.7 por ciento.
En 2018, es decir al inicio del actual sexenio, 8.7 millones de mexicanos padecía de pobreza extrema, y al cierre del 2022 la cifra se elevó a 9.1 millones.
Cabe mencionar que con la crisis del COVID-19, el número de mexicanos en pobreza extrema se elevó hasta 10.8 millones de personas.
Tras la pandemia, reporta el Coneval, se ha registrado un aumento en la recuperación del ingreso de las personas, un mayor acceso a la alimentación y un mayor porcentaje de la población de la tercera edad con acceso a seguridad social.
“Los retos que presenta la persistencia de población en situación de pobreza extrema, una mayor proporción de la población sin acceso a los servicios de salud y un alto porcentaje de ocupados sin acceso a la seguridad social por prestación laboral”, advierte el organismo.
Es triste y frustrante que ninguno de los presidentes que ha tenido México en los recientes treinta años, ni gobernador alguno en ese mismo periodo en sus respectivas entidades, hayan podido disminuir en forma significativa los índices de pobreza en el país, sino por el contrario y curiosamente la pobreza ha aumentado de manera considerable en los mismos estados: Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
La tasa de pobreza en Chiapas está considerada como alarmante. Más del 74% de la población está viviendo hoy en condiciones de pobreza según el propio Coneval. Además, la tasa de pobreza extrema en la región es aún más preocupante, con más del 39% de la población enfrentado dificultades graves para satisfacer sus necesidades básicas.
Ese será un gran reto para los próximos gobernantes, a nivel estatal y a nivel nacional: mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos.
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