El Triste Final de los dos Emperadores que tuvo México (PARTE 1 DE 2)
✍🏽Ulises Valdez Arévalo
Esta vez hablaremos de dos personajes históricos que fueron los dos únicos emperadores que México tuvo en su historia, Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu y Fernando Maximiliano José María de Habsburgo Lorena. Ambos de gran trascendencia militar y política que los llevaron a ser emperadores, cada uno en su tiempo y las vicisitudes que tuvieron que pasar para llegar hasta donde el destino de sus vidas llegaría. Tiempos diferentes, pero los unió de alguna forma a cada uno del otro hechos similares y coincidencias, así como los triunfos y glorias, como de las derrotas y la muerte por fusilamiento.
Hablaremos primero de Agustín de Iturbide y Arámburu, criollo de nacimiento de padre español y madre criolla, nacido en Valladolid el 27 de septiembre de 1783, Hoy Morelia. A los 17 años se integra al ejército realista para combatir al ejército insurgente en la guerra de independencia de la Nueva España de España de 1810 a 1821. Obteniendo varias victorias contra ellos, incluso, fue uno de los que capturó a José María Morelos y Pavón en 1815, para posteriormente, ser fusilado en San Cristóbal Ecatepec el 22 de diciembre de ese mismo año. En 1816, Agustín de Iturbide fue acusado por un cura de malversación de fondos y de negocios ilícitos, por lo que lo destituyen del mando de uno de los ejércitos realistas, a pesar de ser un gran militar y darle muchas victorias al gobierno español en contra de los principales jefes insurgentes.
En 1820, al ver que el ejército realista no podía vencer a los últimos insurgentes que quedaban como Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria, deciden los principales jefes españoles por llamar y sacar del retiro militar a Agustín de Iturbide para que éste combata a los guerrilleros del Sur. Agustín Iturbide acepta esta labor, pero la mentalidad que traía ya no era la misma cuando los combatió en los primeros años entre 1810 a 1815. Vislumbraba un futuro mejor para todos los novohispanos y poner fin a la lucha que ya había cobrado miles de muertes de amigos, familiares de ambos bandos. Fue así que, decide hablar con Vicente Guerrero caudillo insurgente, a través de cartas y proponerle un cese al fuego y unir sus ejércitos para dar por terminada la lucha entre hermanos. Se reúnen un 10 de febrero de 1821 y firman el Plan de Independencia de la América Septentrional conocido como Plan Iguala y conforman el nuevo ejército Trigarante o de las tres garantías (unión, religión e independencia). Daban por terminada la lucha sangrienta después de 11 años.
El 27 de septiembre de 1821, entran a la ciudad de México con el ejército Trigarante ante miles de personas que celebraban su libertad y autonomía del gobierno español, considerado por Iturbide como “El Día Más Feliz de la Historia”. Al siguiente día, 28 de septiembre se firma el Acta de la Consumación de la independencia. Se conforma la Junta Provisional Gubernativa del 28 de septiembre al 24 de febrero 1822, representada por Agustín de Iturbide como máximo líder. Quien el 21 de julio de ese mismo año, es coronado como Emperador con el nombre de Agustín I de México. Sin embargo, los problemas económicos en que quedó el país después de la guerra, enemigos de ambos bandos, logias masónicas enemigas, un congreso sin hacer nada, una deuda de millones de pesos, entre otras circunstancias políticas y militares que asediaron al emperador, no pudo sacar al país como él quería; no olvidemos que fue un gran general militar, no un político o estadista económico.
A través de un levantamiento armado llamado “Plan de Casa mata” del general Antonio López de Santa Ana, apoyado por realistas e insurgentes molestos con el emperador, dan un golpe de estado. Agustín de Iturbide, no quería que el país por cual había luchado y logrado la tan anhelada libertad, volviera a estar en una lucha armada. Por lo que, decide renunciar o dimitir de su cargo y exiliarse con su familia en Europa el 11 de mayo de 1823.
En julio de 1824, decide regresar a México, porque estando en Europa se enteró de una supuesta invasión a México por algunos países como España, y la Santa Alianza integrada por Prusia, Rusia, Austria. Al llegar al puerto de Soto la Marina; Tamaulipas, a los pocos días, es aprehendido y llevado a la población de Padilla, sin saber o conocer Agustín de Iturbide que el congreso mexicano el 22 de abril de ese año de 1824, lo habían declarado “traidor a la patria o enemigo del estado” por proscripción y si pisaba suelo mexicano, sería acusado y sentenciado a muerte. Tal y como sucedió esa tarde, donde el recién formado congreso de Padilla, lo sentenciaba a muerte por fusilamiento, ese 19 de julio de 1824 en que es vilmente y cobardemente asesinado a las 6 pm. por un pelotón de soldados encabezados por Felipe de la Garza. Antes de morir, Agustín de Iturbide, “-¡Mexicanos!, en el acto mismo de mi muerte, os recomiendo el amor a la patria y observancia de nuestra santa religión; ella es quien os ha de conducir a la gloria. Muero por haber venido a ayudaros, y muero gustoso, porque muero entre vosotros: muero con honor, no como traidor: no quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha: no soy traidor, no!-“.
Fue sepultado dentro de la antigua iglesia de San Antonio de Padua con la vestimenta de fraile. Así fue el fin del primer emperador que tuvo México en su historia. En 1838, en el gobierno de Anastasio Bustamante, sus restos fueron exhumados de la iglesia de San Antonio de Padua y llevados con honores a la capilla de San Felipe de Jesús, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, donde actualmente se encuentra su osamenta en una urna de cristal. Una anécdota cuenta que, al desenterrar los huesos de Iturbide de su tumba, ahí también estaban los restos óseos del general Manuel de Mier y Terán y que, algunos de ellos se mezclaron con los de Iturbide al ser llevados a México.
Ahora hablaremos sobre Fernando Maximiliano José María de Habsburgo y Lorena, nació en Viena; Austria el 6 de julio de 1832, nació con el título de Archiduque de Austria, en cuna de oro. Su infancia la pasó entre riquezas y estudios por lo que se volvió un amante de la naturaleza, no le gustó lo militar, muy contrario a su hermano Francisco José I de Austria, quien sería la postre, el Rey de Austria.
Con el tiempo, se casa con Carlota de Bélgica el 27 de julio de 1857 en el palacio real de Bruselas; Bélgica. Con el tiempo, inician la construcción de su castillo en Miramar para vivir ahí por muy poco tiempo, ya que Napoleón III rey de Francia en contubernio con su hermano Francisco José I, le ofrecen un imperio en México, realmente lo que querían, era alejarlo de ellos por cuestiones políticas y familiares, hasta que fue prácticamente obligado Maximiliano a firmar y renunciar su lugar como Archiduque de Austria y aceptar un nuevo gobierno imperial del otro lado del continente. Es así, como llega Maximiliano de Habsburgo a México, también apoyado por algunos militares y políticos mexicanos que lo recibirían acá en México. No olvidemos que, Francia en esos años mantenía una invasión en nuestro país y quería establecer a través de Maximiliano su poder.