Definitivamente Tuxtla Gutiérrez hay orden, transparencia y buenas prácticas en el ejercicio del presupuesto público, y tendrá un cierre ordenado de la administración municipal.
✍?Alejandro Moguel
Definitivamente Tuxtla Gutiérrez tiene hoy un nuevo rostro. Carlos Morales Vázquez la ha convertido en una ciudad con un desarrollo pujante. Hay orden, transparencia y buenas prácticas en el ejercicio del presupuesto público, y tendrá un cierre ordenado de la administración municipal. Ojalá que todo siga así.
Todo lo que le ha sucedido a Tuxtla Gutiérrez en las consecuentes dos administraciones municipales (2018- 2024) constituye una ganga para quienes vivimos aquí y ojalá quienes toman las grandes decisiones, elijan a alguien que vaya realmente a dar continuidad a esa obra y no vayan a optar por aquellos que, por anticipado, ya se ven como despilfarradores y corruptos.
Recuerdo muy bien cuando gobernó Juan Sabines Guerrero, a partir del 2005, las calles de la ciudad capital estaban destruidas y así siguieron todo el trienio. Después llegaron sus sucesores, Jaime Valls Esponda, Samuel Toledo Córdova y Seth Yassir Vázquez Hernández y las cosas fueron empeorando a grado tal que las calles llegaron a estar intransitables, completamente a oscuras, con un sistema deficiente de recolección de basura y deplorable suministro de agua potable.
En 2018 no había ni para pagar aguinaldos de los empleados municipales, mucho menos para proyectar obras de beneficio social. Las finanzas públicas estaban prácticamente quebradas.
Hoy, poco más de cinco años después, parte de los dos trienios de Carlos Morales Vázquez, la ciudad es realmente distinta: principales vialidades pavimentadas con chapopote o con concreto hidráulico y con un ambicioso proyecto para concluir el periodo para reencarpetar la Calzada Andrés Serra Rojas, que va desde el Libramiento Sur hasta la Diana Cazadora; la prolongación de la Quinta Avenida Norte Poniente desde el monumento a la Coneja hasta el Reloj Floral; y la prolongación de la Novena Sur Poniente, desde la 14 Poniente, donde estuvo el ISSSTE, hasta el Puente de Colores, entre otros.
Morales Vázquez logró en El Sabinal algo que ninguno de sus antecesores había podido hacer.
Sabines Guerrero soñó con hacer navegable el Río Sabinal, pero solo lo soñó. Nunca hizo algo para transformarlo o limpiarlo. Para comenzar ese afluente nunca podrá ser navegable, porque sus corrientes crecen sólo cuando caen tremendos aguaceros sobre Tuxtla Gutiérrez y cuatro horas después el agua vuelve casi a ras de suelo.
El actual alcalde puso manos a la obra y hoy gran parte del afluente ha sido remodelado, todo el río está saneado, fueron eliminadas alrededor de 40 mil descargas de aguas negras y todo ese líquido residual fue re-direccionado hacia las Plantas de Tratamiento y, después, la misma agua pero limpia es devuelta al caudal. De tal manera que hoy el río ya no apesta, está limpio, se eliminaron los contaminantes que enfermaban a los vecinos y el medio ambiente es completamente sano. Se ha rescatado la flora y fauna del lugar.
La actual administración municipal ha instalado más de 46 mil luminarias nuevas que transformaron a Tuxtla Gutiérrez en una de las ciudades capitales más iluminadas del país. No solo eso. El Ayuntamiento se está ahorrando alrededor de dos millones de pesos mensuales, por el tipo de lámparas ahorradoras adquiridas.
Se han construido unos 40 domos que protegen a los (ciudadanos-deportistas muchos de ellos) del sol y de la lluvia, según sea el caso y constituyen, además, un sitio idóneo para el sano esparcimiento familiar.
Hay un reordenamiento financiero pleno, total transparencia y buenas prácticas en el gasto público municipal, lo que ha permitido que en 2024 se hayan autorizado 3,150 millones de pesos (cuando en 2018 hubo únicamente dos mil millones).
alexmoguels@hotmail.com
