Voces de mujeres
En la Historia, en la Literatura, en el Arte y en la Ciencia. Las mujeres han sido las grandes olvidadas quizá porque han tenido muchos obstáculos para poder desarrollar sus intereses y capacidades, o porque a las que han conseguido hacerlo muchas ni quiera han sido nombradas, menos reconocidas.
Razón por lo que desconocemos a muchas que utilizaron su conocimiento, su voluntad, y a veces su vida para contribuir en la construcción de una sociedad más justa para mujeres y hombres. Muchas mujeres tuvieron que luchar contra la incomprensión de la sociedad de su tiempo.
Desde la prehistoria: Nuestras primeras antepasadas fueron consideradas por los antropólogos además de agricultoras, quienes trabajaron los esmaltes y mezclaron cosméticos y dieron origen a la ciencia química, también descubrieron las propiedades medicinales de las plantas.
En las sociedades prehispánicas que giraban en torno a la naturaleza actuaban de manera más igualitaria. En nuestros pueblos originarios como son las culturas zoque y maya; la mujer no conoció de feminismo, ni machismo, Vivian una dualidad en armonía.
En la antigua Grecia. Hipatia fue un gran ejemplo de las aportaciones que hizo la mujer a la ciencia que hasta hace poco tiempo fue reivindicada al ser reconocida como una filósofa y maestra neoplatónica griega.
Las romanas no podían votar ni acceder a las magistraturas. En varias ocasiones las mujeres tomaron las calles de Roma para defender sus derechos manifestándose contra algunas leyes.
La mujer en el periodo medieval mayoritariamente trabajaba en el campo, también le correspondían las labores del hogar, el cuidado de los hijos, de los enfermos, la asistencia a los partos o conseguir trabajo como servidumbre.
Los conventos cumplieron una función de gran utilidad durante la edad media ya que eran refugio de las mujeres que no contraían matrimonio, único camino para otras de acceder a la cultura y al conocimiento como fue el caso de Sor Juana Inés de la Cruz.
El Renacimiento supuso un “renacer” pero sólo para los varones, Para las mujeres fue todo lo contrario: no pudieron acceder a la educación humanista y los nuevos estados, centralistas y uniformadores, dictaron leyes que restringieron aún más sus posibilidades.
A partir de los siglos XVII y XVIII se ampliaron los trabajos de encajes y bordados, industria que quedó en manos femeninas por la posibilidad de realizarlas en el hogar.
En el siglo XIX La aparición en Inglaterra del proceso de industrialización llevo a las mujeres a las fábricas, sobre todo textiles. Se explotaba a las trabajadoras con jornadas agotadoras de 16 horas, falta de asistencia sanitaria, hacinamiento o ausencia de seguridad laboral.
Los movimientos feministas del siglo XIX se concentraron en conseguir el sufragio para las mujeres. El camino hacia el voto no fue fácil. En1920 se consiguió el derecho al voto en Estados Unidos. La lucha en Europa fue dirigida por las mujeres inglesas, que crearon una organización propia dentro del partido socialista. La lucha de las mujeres no estuvo exenta de enfrentamientos violentos con la Policía y la obtención del voto femenino fue posible tras una lucha de un siglo.
En Chiapas gracias a las propuestas de Fidelia brindis Camacho Orgullosamente de Ocozocoautla y Florinda Lazos León también fue posible.
El siglo XX se caracteriza por la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral. Las dos guerras mundiales fueron un factor desencadenante: al marchar los hombres al combate, hubo que recurrir a la mujer para mantener la producción. Las estructuras sociales comenzaron a cambiar. Se da la participación femenina en los sindicatos obreros. Tras la Segunda Guerra Mundial en los países capitalistas la mano de obra femenina representaba un tercio de los trabajadores, mientras que en el mundo socialista era de un 50 por ciento, ya que la Revolución Rusa de 1917 fue la primera en legislar que el salario femenino debía ser igual al masculino: a igual trabajo, igual salario.
Los nuevos tiempos suponen un cambio significativo en la concepción del trabajo femenino. Las mujeres de clase media, acceden cada vez más a un trabajo más calificado y mejor retribuido. El aumento fue tan importante que, a finales de los años sesenta, había en Europa occidental, más mujeres oficinistas que hombres.
El llamado feminismo de primera ola de los años 60 del siglo pasado no solo denunció la discriminación contra la mujer, sino también que ella había sido ignorada por la historia. Reclamó asimismo contra la opresión masculina, contra la historiografía dominada y escrita por hombres.
Y en este siglo la lucha aún sigue, la capacidad ciudadana de la mujer ha sido re conceptualizada gracias a tantas mujeres que a través de la historia lo han hecho posible y es este solo un pequeño homenaje a la mujeres que levantaron la voz abriendo camino para muchas, para todas, para nosotras.
