Mujeres Indígenas Universitarias de la UNACH: obstáculos y retos
En México, una de cada 10 mujeres que reside en el país es indígena,1 es decir que en el país habitan un poco más de 6 millones de mujeres indígenas. De las cuales el 56 por ciento se encuentran unidas o casadas, en el caso de las mujeres no indígenas el porcentaje es menor (51.6%).
En el texto Voces de las mujeres indígenas en las tesis de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jahel López Guerrero, señala que el ejercicio del derecho de las mujeres indígenas a la educación, ha sido una demanda que ellas mismas han impulsado con gran interés, quedando plasmado en diferentes documentos, declaraciones y leyes, destacando por ejemplo el artículo sexto de la Ley Revolucionaria de Mujeres (EZLN, 1993).
Sin embargo, el cumplimiento del derecho a la educación está muy lejos de ser ejercido por todas las mujeres indígenas (Gómez, 2008), y no contamos todavía con la información necesaria para conocer qué es lo que está ocurriendo con las que logran ingresar a la escuela, cómo le hacen para avanzar y egresar, qué beneficios les trae la escolarización y dónde se desarrollan profesionalmente. Mucho menos sabemos de las contribuciones que las mujeres indígenas están haciendo al conocimiento científico y tecnológico.
En términos educativos, en promedio, las mujeres indígenas apenas logran superar la primaria e ingresar a la secundaria (6.9 años de escolaridad), mientras que las mujeres no indígenas llegan al primer año de educación media superior (9.9 años de escolaridad).
La doctora en Estudios Mesoamericanos, Aída Hernández , muy ligada a Chiapas, escribió el texto La Otra Palabra: antes y después de Acteal, considera que esta situación parece estar cambiando, y coincide con Guerrero a que ello se debe en parte a la influencia de un amplio movimiento indígena en México, encabezado por el movimiento zapatista, que ha venido a poner en la mesa del debate nacional el tema del racismo y la discriminación, y ha reivindicado los conocimientos e identidades indígenas como espacios de movilización política. Las voces indígenas se empiezan a escuchar no sólo en las marchas y asambleas, sino también en espacios académicos”.
Las mujeres indígenas han reclamado su derecho a la educación y han logrado acceder a la escuela y a las universidades. Georgina Méndez (2008), indígena chol señala que esto no solo les ha permitido “ampliar las oportunidades” para la participación política o el trabajo, aún más allá, nos explica Méndez: El acceso a la educación para las mujeres indígenas resulta una de las salidas para ser reconocidas como líderes, para dialogar con los hombres en las mismas condiciones, así como a un proceso de reconocimiento como interlocutoras válidas en sus organizaciones y en los espacios de trabajo. Acceder a la escuela o las universidades es un derecho que las mujeres indígenas reclamamos, ya que implica ampliar las oportunidades de participación y de trabajo, así como el reconocimiento de nuestros saberes y aportes a los distintos movimientos indígenas. Aunque el reconocimiento de nuestros saberes no necesariamente es a través de la educación, sí suele ser una oportunidad para dialogar, aceptar y/o rechazar aquellas ideas del mundo no indígena que nos excluyen, al tiempo que podemos colocar en la mesa de debate nuestras propias historias”.
Estas reflexiones vienen a colación por la celebración de las Jornadas Conmemorativas del Día de las Mujeres en honor de doña María Elisena Román Flores, mujer sencilla y generosa que impulsó a través de su pareja, don Carlos Maciel, las donaciones de terrenos, edificio y en efectivo que hicieron posible que la UNACH, diera sus primeros pasos, el segundo día de las jornadas se llevó a cabo la mesa Mujeres Indígenas Universitarias de la UNACH: obstáculos y retos, coordinada por nuestra compañera la Doctora en Estudios Regionales, María Victoria Espinosa Villatoro.
Patricia Guzmán López, Hortensia Gómez López, coordinadora de la Escuela de Gestión y Autodesarrollo Indígena, Anastasia Gómez González, Alejandra González García, diseñadora e ilustradora zoque tzotzil, como ella se definió, Elizabeth Hernández y la moderadora Abril Esther Rodríguez.
Todas ellas hablaron de lo que significó ingresar en la universidad, como las becas fueron una gran oportunidad para no desertar, los esfuerzos y sufrimientos que atravesaron, sin embargo, ahora son un referente en sus comunidades, una de ellas hizo mención de lo que significó el movimiento zapatista para abrir las puertas a las mujeres de los pueblos originarios, ahora tienen voz y voto, como bien señaló otra de las participantes.
Hasta que escribí el artículo, descubrí la existencia de la doctora Anahí Jobeth Borrás Enríquez es originaria del sur de Chiapas, un estado mayoritariamente indígena, ella forma parte de la Red de Mujeres Indígenas en la Ciencia (REDMIC), una iniciativa creada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá. Este es un programa único en su tipo que inició en 2018 y que permitió que 12 mujeres indígenas realizaran un posgrado. Estas investigadoras son la excepción porque son de los pocos mexicanos y mexicanas con un doctorado. No solo eso, son parte de un pueblo indígena.
La creciente participación de las mujeres indígenas en las instituciones académicas y científicas es un fenómeno de reciente conformación, que deviene de distintos procesos en concatenación: – Cambios en la organización de género en las familias y comunidades indígenas; producto de políticas económicas, de la visibilización de las demandas étnicas-indígenas en el contexto político nacional e internacional y de la relación que han establecido en las últimas tres décadas con el Estado-nación tanto en México como en otros países de América Latina. Dichos cambios han permitido a las mujeres posicionarse en los espacios públicos comunitarios y extracomunitarios deviniendo una participación social y política evidente y visible que, incluso ha cobrado interés para la investigación académica y el desarrollo de políticas públicas.
enriquetaburelomelgar@gmail.com