Chiapas registró el mayor crecimiento de remesas en 2023, al recibir 4 mil 367 millones de dólares, un crecimiento de 36.9% respecto al año anterior.
✍?Ricardo del Muro
Afuera de los bancos, las casas de cambio y algunos comercios, en el centro de Tapachula, San Cristóbal y Comitán, se observan largas filas de migrantes, pero también de familiares de chiapanecos que están trabajando en Estados Unidos. Pasan horas “haciendo la cola”, como dicen los venezolanos, a veces bajo un sol abrasador para retirar o cambiar dólares. A Chiapas no sólo llegan las caravanas de indocumentados, sino que la entidad se ha convertido en el cuarto receptor nacional de los llamados migradólares.
Chiapas registró el mayor crecimiento de remesas en 2023, al recibir 4 mil 367 millones de dólares, un crecimiento de 36.9% respecto al año anterior, por lo que ya representan 14.1% del PIB y como porcentaje de la nómina salarial estatal significaron 192 por ciento, señala un análisis de Guillermina Rodríguez Licea, subdirectora de Citibanamex.
Esto significa que las remesas se han convertido en un pilar fundamental de la economía chiapaneca y el trabajo de los emigrantes, en el más productivo y dinámico. Ante la reducida inversión privada nacional y extranjera, así como el escaso dinamismo del sector agropecuario, las remesas se han convertido en importantes impulsores de la demanda interna por la vía del consumo y, por tanto, del incremento del PIB chiapaneco, una tendencia que hace diez años ya habían observado los economistas Jorge López Arévalo, Bruno Sovilla – Sogne y Francisco García Fernández.
Ante este panorama, el próximo gobierno estatal, que podría estar encabezado por el morenista Eduardo Ramírez Aguilar, tiene la difícil tarea de diseñar una política económica, en donde el turismo, la agroindustria y, tal vez, las empresas maquiladoras o proyectos relacionados con el nearshoring, logren ser el pivote para el desarrollo de Chiapas, una promesa, que hasta la fecha, ha sido incumplida, casi utópica.
Un proyecto que debe ir acompañado de una aplicación de la ley laboral, para reducir la informalidad, además de evitar la evasión fiscal y el establecimiento de mecanismos para fortalecer la economía local y evitar la fuga de recursos humanos y financieros.
Los indicadores de remesas y su peso relativo en el PIB brindan elementos para dimensionar su importancia en las economías estatales, pero su medición relativa a los recursos que genera la economía formal, en términos de salarios, permite dimensionar de manera más específica la importancia que tienen estos recursos en el consumo local en presencia de mercados laborales con alto grado de informalidad, que generalmente están acompañados por salarios menores a los formales, señala Rodríguez Licea.
La remesas del exterior alcanzaron 63 mil 313 millones de dólares en 2023, un aumento de 7.6% anual, con contrastes a nivel estatal. Diez entidades concentraron 65% de las remesas, encabezadas por Guanajuato (8.6% del total), seguido de Michoacán y Jalisco (8.5%), además de Chiapas y el Estado de México con 6.9 por ciento.
Chiapas registró el mayor crecimiento de remesas, al recibir 4 mil 367 millones de dólares, 36.9% más que en 2022. Gram parte de estos recursos se registraron en los municipios de San Cristóbal de las Casas (20.3%), Comitán (11.8%) y Tapachula (7.2%). El informe destaca que en los últimos 20 años la entidad reportó el mayor crecimiento promedio de las remesas, de 14.5%, en comparación con el 7.8% de la media nacional.
Durante 2022, las remesas sumaron lo equivalente a 4.0% del PIB nacional, desde su mínimo de 1.7% en 2013. En entidades con alta expulsión de migrantes y economías de menor tamaño este fenómeno es más evidente. En Guerrero, las remesas alcanzaron la mayor proporción respecto al PIB de la entidad, 15.8% desde su mínimo de 6.3% en 2014.
En segundo lugar, se colocó Chiapas con 14.1% en 2022 (desde 2.2% en 2014), seguido por Michoacán con 13.3% (6.7% en 2013), Zacatecas con 12.3% (desde 5.5% en 2011) y Oaxaca con 11.7% (desde 5.8% en 2014).
Las remesas muestran mayor relevancia cuando se contrastan con indicadores de ingresos laborales. Su comparativo con la nómina generada por los trabadores formales, registrados en el IMSS, dimensiona su importancia para los mercados locales.
En entidades con altos grados de informalidad laboral y gran dependencia de los envíos del exterior, las remesas superan a la masa salarial de los trabajadores formales. Durante 2023, cuatro entidades se colocaron en esta situación: Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
En Guerrero, las remesas más que duplicaron a la masa salarial generada por los trabajadores que laboran en el sector formal privado. La razón remesas/ nómina salarial fue de 228.1%, la más alta del país. En una situación similar se encuentran Chiapas y Oaxaca, las remesas como porcentaje de la nómina salarial llegaron a 192% y 167%, respectivamente. En estas entidades los trabajadores incorporados al IMSS contabilizan 11.4% en Chiapas y 11.8% en Oaxaca con respecto a la población ocupada total.
En contraste, en entidades con mercados laborales con mayor grado de formalidad y/o economías con menor dependencia hacia las remesas este indicador es de proporciones mínimas. En Nuevo León, por ejemplo, la razón remesas/ nómina salarial es de 6.7%. En esa entidad ingresaron remesas por mil 471 millones de dólares en 2023 (2.3% del nacional) y 64% de las personas ocupadas cuenta con seguridad social del IMSS.
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