Se encontraron a Willy Ochoa en un famoso botanero de Tuxtla Gutiérrez, llegó escoltado por la Guardia Nacional.
✍🏽Alejandro Moguel
Se encontraron a Willy Ochoa en un famoso botanero de Tuxtla Gutiérrez y me contaron la parafernalia con que el empresario-político se mueve en sitios públicos. Tal vez esa fue una de tantas apariciones públicas, pero esta es la que me describieron y, aunque el hecho sea uno solo, define muy bien al personaje.
El ahora candidato priista al Senado de la República, con su actitud altiva y sus guaruras, de por sí colocaba una barrera entre él y sus posibles votantes.
Siempre se ha comportado como un hombre rico y de clase acomodada, esas actitudes rancias del viejo PRI que la sociedad rechaza. Esa es una de las principales razones por las que hay un alto índice de mexicanos que afirman no votarían más por el tricolor.
Él sí es un clásico “fifí”, palabra usada comúnmente por el presidente, Andrés Manuel López Obrador para definir a las personas ricas, más bien petulantes.
Su forma de vestir, de caminar, las camionetas lujosas en que regularmente se conduce, sus restaurantes preferidos y los guaruras que siempre han estado alrededor de él, ya lo definían como un político arrogante. Esos que creen que lo merecen todo y que lo saben todo.
Pero el episodio mostrado por él hace unos días en la Tía Mechita Pro raya en lo grosero y petulante. Un amigo mío estaba llegando a ese conocido lugar de Tuxtla Gutiérrez y vio el desagradable espectáculo desde afuera:
Patrullas de la Guardia Nacional, varios agentes de esa corporación federal uniformados y con sus armas largas en las manos, cumplían con sus funciones de estar atentos a reaccionar en caso de que los malosos intentaran secuestrar o atentar contra Willy Ochoa (según él está en riesgo de ser secuestrado). Son los guardianes enviados por el Gobierno Federal para la protección de don Willy, después que él denunció que unos criminales lo estuvieron persiguiendo en el tramo carretero allá por Las Rosas.
Si ya de por sí Willy ponía un muro entre él y los ciudadanos, imaginemos ahora con todo ese equipo de seguridad que trae consigo.
Entiendo que él quiere mandar un mensaje a sus posibles votantes de que en México un candidato está tan vulnerable que necesita andar
cuidado de esa manera. Pero a muchos nos parece exagerado e innecesario, vaya hasta grosero, cuando hay más de 20 mil cargos que estarán en la contienda, y si contextualizamos que podría haber unos cinco competidores por cada uno de esos cargos, nos daría la suma de más de 100 mil candidatos a puestos de elección popular, quienes no traen la seguridad que el mencionado chiapaneco.
Además, todo mundo se estará haciendo la pregunta ¿es Willy Ochoa un candidato tan fuerte y peligroso para sus adversarios, o para las bandas criminales, que pudiera estar en una circunstancia tan vulnerable como para estar cuidado de esa manera?
Uyyyuyuyy. Más de uno se ha de soltar una tremenda carcajada al escuchar esa pregunta.
O, a ¿qué le teme el candidato a senador de la coalición Fuerza y Corazón por México?
alexmoguels@hotmail.com