Les han restado el valor por no contar con un título que las acredite ante la ciencia, aseguran.
✍?Sarah Valenzuela
Las parteras de Chiapas, han buscado la manera de transmitir por herencia desde sus ancestras, los saberes para traer vidas. Así han trabajado por muchos años, y han buscado que las autoridades reconozcan su labor.
“Exigimos nuestro reconocimiento, por eso nosotros dijimos que tenemos que seguir, aunque a veces sea molestia de algunas o algunos, tenemos que trabajar, tenemos que hacerlo”, manifestó Virginia Cabrera, vocera del Movimiento de Parteras en Chiapas, Nich Ixim.
Sin embargo, para el personal de las clínicas de salud o del Registro Civil, ha sido difícil reconocer la labor de estas mujeres, y les han restado el valor que se merecen por no contar con un título que las acredite ante la ciencia.
“El oficial del Registro Civil le dice que no lo puede recibir porque necesita obligatoriamente Certificado de Nacimiento de ese niño”.
Parteras de Frontera Comalapa refieren que varias familias que salieron sin documentos de sus viviendas por la ola de violencia que se vive en ese municipio Fronterizo, les han negado registros de nacimiento a sus recién nacidos.
“Empezó con su dolor, me la llevan a la casa, qué puedo hacer no voy a dejar morir a un ser humano, atendí a la señora”, lamentó Rosalinda Pérez Roblero, partera de Frontera Comalapa.
En Chiapas se cuenta con un censo de 3 mil 995 parteras y parteros tradicionales.
La ventaja de las parteras, es que no cuentan con horarios, como un médico rural. Están disponibles los 365 días, las 24 horas, hablan las lenguas de los pueblos originarios, no necesitan traductores, sus saberes son ancestrales y sienten gran empatía por sus pacientes y sus costos son accesibles.
Abogadas piden que el trabajo de estas mujeres se reconozca con leyes vigentes que les garanticen ejercer su oficio sin ningún tipo de discriminación, que sus constancias de alumbramiento tengan validez oficial y sean respetadas en clínicas, hospitales y demás espacios.
