En Morena el asunto es inmoral, como lo ha recalcado el presidente López Obrador, porque va en contra de los principios de ese instituto político.
✍🏽Eugenio Hernández Sasso
La reelección de senadores, diputados federales, locales y presidentes municipales en México surgió de una reforma a la Constitución aprobada en 2014, lo cual quiere decir que es totalmente legal para todos los partidos, sin embargo, en Morena el asunto es inmoral, como lo ha recalcado el presidente López Obrador, porque va en contra de los principios de ese instituto político.
Por ejemplo, los estatutos del partido oficial señalan que “nadie puede perpetuarse en los cargos públicos”, ¿entonces por qué se permite que quienes ahora ostentan los cargos arriba mencionados repitan nuevamente?
Esto no deja duda de que el grupo que ha llegado al poder ya no quiere soltarlo. No es posible que Morena no cuente con suficientes cuadros competitivos para que contiendan por las senadurías, diputaciones federales, locales y alcaldías, en los diferentes estados de la república, que se encuentran en disputa para el próximo 2 de junio del presente año.
La idea original fue profesionalizar la función, tanto en el ámbito legislativo en las cámaras, como en el terreno administrativo para el caso de los presidentes municipales. Pero esa fue una idea de los multimencionados conservadores y, aunque se diga lo contrario, perturba el “sufragio efectivo, no reelección” del “apóstol de la democracia” Francisco I Madero.
Es por ello que, principalmente, la reelección de alcaldes en México ha generado el rechazo de la población que milita en Morena.
Los argumentos de los involucrados van en el sentido de que es legal, y tienen razón, además de que permitir la ratificación de algunos políticos en los cargos públicos puede mejorar la continuidad de proyectos y políticas a largo plazo, sobre todo si arguyen que no les da tiempo para concluir ciertos obras o planes que requieren más tiempo en el mandato.
Los ciudadanos, a su vez, temen que esta práctica pueda conducir a la consolidación del poder y a la falta de renovación en la política local.
Sin embargo, también es necesario mencionar que la percepción de la gente en cuanto a la reelección puede variar significativamente si se evalúa el desempeño de los alcaldes o alcaldesas, la situación política y económica de cada municipio, como ha venido sucediendo en el actual proceso comicial.
Pongamos un ejemplo en Chiapas, el buen desempeño del presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez, en el trienio 2018-2021, lo llevó a repetir en el puesto. La gente le dio toda su confianza y, seguramente, si se hubiera postulado nuevamente en 2024 no tendría rival enfrente porque hasta los mismos candidatos de la oposición, en este momento, reconocen que transformó la capital chiapaneca.
Esto nos lleva a entender que la actitud del pueblo hacia la reelección depende de experiencias positivas o negativas específicas en sus localidades, pero, insisto, para el caso de Morena es totalmente inmoral como lo afirma el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tiene toda la autoridad e integridad para hablar del tema.
Es por ello que tal vez, en muchos casos de reelección de alcaldes, fundamentalmente, el pueblo rechazará la postulación y es casi seguro que van a perder esos espacios, aún y cuando Morena es una marca muy fuerte todavía en la entidad.
Sobre este tema hay dos ejemplos específicos en el estado de Tabasco, los cuales, inclusive, fueron planteados en “La mañanera” del presidente López Obrador.
El primero se dio en el municipio de Nacajuca, una localidad netamente indígena en la que el ahora jefe del Ejecutivo nacional inició su movimiento hace casi 40 años.
Allí, el partido oficial designó a Sheila Darlin Álvarez Hernández como candidata a la alcaldía, para ello solicitó licencia al cargo al que pretende regresar una vez reelecta.
El asunto es que la gente la ha acusado hasta con el candidato al gobierno del estado, Javier May Rodríguez, porque en los tres años que pasaron no hizo absolutamente nada por el desarrollo de la localidad.
La otra muestra está en el municipio de Centro, capital del estado donde nació López Obrador.
Este es un caso especial porque la abanderada del partido guinda compitió para ser candidata al gobierno del estado, lo que, de acuerdo a la convocatoria de su organización, le impedía contender para otro cargo, pero pudieron más las negociaciones con Adán Augusto López Hernández que las mismas normas internas de ese instituto político.
Ahí también, como en el caso de Nacajuca, los ciudadanos están muy molestos porque ninguna de las promesas de campaña del 2018 les fueron cumplidas y el rechazo es general. La ratificación del triunfo de Morena en Villahermosa está en veremos.
SASSÓN
Todos aquellos militantes de Morena que aspiren a la reelección de un cargo público son inmorales, el pueblo sabrá si los beneficia con su voto o les aplica una lección para que aprendan.
Sasso89@hotmail.com