Existen, inclusive, algunos que buscan reelegirse en los cargos, otros intentan imponer a incondicionales, todo para disfrutar de impunidad por su mala administración y soslayar el imperio de la ley.
✍🏽Eugenio Hernández Sasso
Hay candidatos de Morena muy buenos, y también muy malos, a las presidencias de los 123 municipios de Chiapas. El problema es que los segundos pueden resultar bastante nocivos para la recaudación de votos que ese partido se ha propuesto para el próximo 2 de junio y fallarle rotundamente al candidato a la gubernatura Eduardo Ramírez Aguilar y al gobernador Rutilio Escandón.
Existen, inclusive, algunos que buscan reelegirse en los cargos, otros intentan imponer a incondicionales, todo para disfrutar de impunidad por su mala administración y soslayar el imperio de la ley. Eso no resulta ser muy moral que digamos y viola los principios del partido en el poder.
Están también aquellos funcionarios de la administración estatal que le han fallado al gobernador Rutilio Escandón y que, por razones obvias, se agarraron de donde pudieron para obtener una candidatura que les permitirá tener fuero para que, con ello, puedan alcanzar inmunidad y no pagar por sus fechorías.
Uno de estos personajes es Uriel Estrada Martínez, quien se desempeñó (o se desempeña todavía) como titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), ya que a pesar de que alcaldes y alcaldesas de la entidad han sido cuestionados por presentar problemas con sus cuentas públicas, a nadie se le ha aplicado la ley como se debe.
La ASE es la institución autónoma nombrada por el Congreso del Estado, que debería verificar que los recursos del pueblo se usen con total pulcritud, y si por alguna razón no se hiciera de esa manera y se desviaran o malversaran, Uriel Estrada tendría la responsabilidad de ejecutar las denuncias penales ante las instancias correspondientes, pero, a lo largo de estos cinco años, le ha quedado a deber a los chiapanecos en ese sentido.
En toda esta administración se hizo sordo, ciego y mudo, aunque muchos presidentes y presidentas municipales fueron expuestos por presuntos actos de corrupción. A nadie siquiera se le abrió una carpeta de investigación para taparle el ojo al macho.
Eso sí, Estrada Martínez es ahora candidato del PVEM a diputado local por el Distrito con cabecera en Simojovel, con lo cual pretende esconderse detrás del fuero constitucional para no responder a ninguna de sus faltas, entre ellas la de no haber practicado ninguna auditoría a las administraciones de Pantelhó, Oxchuc y Chamula, con el argumento de que “no había condiciones” para tal efecto.
De hecho, en esas localidades, se hicieron “auditorías de gabinete”, esas mediante las cuales los alcaldes presentaban documentación oficial y se daban por concluidas obras que hasta la fecha no se han terminado, pero tampoco aparece el recurso que se les destinó. Eso lo sabe la ciudadanía, más no el encargado de vigilar la aplicación del presupuesto.
La queja generalizada en diferentes municipios es por la presunción del famoso “moche” con el que los alcaldes compraron protección en la ASE, desde el tiempo en que Ismael Brito Mazariegos (conocido como Ceja Güera) se desempeñaba como secretario de Gobierno.
Brito Mazariegos, quien dejó muchos pendientes cuando estuvo a cargo de la política interna del estado, tampoco hizo nada como diputado federal y ahora también busca ser diputado local por Morena por el distrito con cabecera en Motozintla, cuando realmente es de Socoltenango.
Por esa razón es que muchos abanderados de Morena y sus aliados son repudiados. Esas imposiciones afectarán seguramente al partido en el poder, primero por la dudosa reputación de quienes piensan que el pueblo es tonto, y, en segunda, porque cuando han estado en los cargos públicos, en los cuales quieren perpetuarse, no han hecho nada por la gente.
Esto no afectará en nada a Eduardo Ramírez, candidato al gobierno del estado, quien ganará la gubernatura sin problemas, porque, como ya lo hemos escrito en este mismo espacio, el trabajo del Jaguar está por encima de los problemas políticos en las localidades, sin embargo, sí podrían perturbar los sufragios para diputaciones federales, senadurías e, inclusive, la Presidencia de la República.
SASSÓN
La soberbia no es buena. Cuando el PRI y el PAN se sintieron dueños del país, de sus estados y municipios la ciudadanía los ubicó en su lugar y les demostró que en una democracia el pueblo pone y el pueblo quita. Si Morena continúa imponiendo a personas desprestigiadas en las alcaldías, luego que no pregunte por qué la gente no lo respalda.
Sasso89@hotmail.com