Didier Gómez Trujillo
El círculo de lectura que lleva a cabo el Colegio de Escritores y poetas del sureste (CEPSURE) cada dos semanas en los días sábados, es una aportación que no debe perderse por nadie que considere mejorar su erudición en torno a la literatura. Se han revisado obras que han trascendido los tiempos, una de ellas del escritor Inglés Robert Graves, titulada Mitos griegos, con sus 426 páginas, es un libro indispensable de leer para saber un poco más de Grecia, la cultura que ha influenciado a todas las culturas del mundo, y cuyos orígenes están en las primeras civilizaciones que surgieron en su territorio, la Cretense y Micénica. En la isla de Creta floreció una brillante civilización, llamada Minoica en honor al legendario Rey Minos y se remonta al año 2600 a.C.
La mitología griega está formada por un conjunto de relatos cuyo origen se remonta a esa etapa anterior a la ocupación de la península griega, lo que se demuestra por el paralelismo con otras mitologías de origen indoeuropeo. Este conjunto de relatos no constituye una religión en sí misma, pero sí constituyen un reflejo de ciertas creencias de los antiguos griegos respecto al universo y el hombre. Estos relatos de transmisión oral fueron de alguna manera “fijados” por escrito por poetas, dando lugar a veces a las distintas versiones que conservamos de ellos. Las fuentes literarias más antiguas conocidas son: 1).-Los poemas épicos La Ilíada y la Odisea, que se centran en los sucesos en torno a la Guerra de Troya. 2).-Dos poemas del casi contemporáneo de Homero, Hesíodo 3).-La Teogonía y los Trabajos y días, contienen relatos sobre la génesis del mundo 4.-La sucesión de gobernantes divinos y épocas humanas, y el origen de las tragedias humanas y las costumbres sacrificiales.
Las funciones de los mitos son múltiples, en general, se pueden aceptar tres funciones esenciales: 1.-Explicativa 2.-De significado y 3.-Pragmática. Los mitos también otorgan consuelo, objetivo de vida o calma a los individuos, así sucede con los que hablan de la muerte, el sufrimiento o la victoria. No son historias alejadas de las personas, sino que funcionan como un asidero existencial. Son además la base de ciertas estructuras sociales y acciones, así, un mito puede marcar una línea genealógica y determinar quiénes pueden gobernar o no. Gracias a esta función, especifican y justifican por qué una situación es de una manera determinada y no de otra.
Las edades del bronce y la primitiva del hierro en Grecia no fueron la infancia de la humanidad, como indica el Dr. Jung. El que Zeus se tragara a Metis, y luego diera a luz a Atenea a través de un orificio abierto en su cabeza, es un dogma teológico que incluye por lo menos tres opiniones contradictorias: 1) Atenea era la hija partenogénica de Metis. 2) Zeus tragó a Metis; es decir que los aqueos suprimieron su culto y atribuyeron toda la sabiduría a Zeus como su dios patriarcal. 3) Atenea era hija de Zeus; es decir que los aqueos adoradores de Zeus no destruyeron los templos de Atenea a condición de que sus adoradores aceptaran la soberanía suprema de Zeus.
La verdadera ciencia del mito debería comenzar con un estudio de la arqueología, la historia y la religión comparada, pero sin perder de vista a la Filosofía y la Literatura. Síguenos en Facebook en CEPSURE y en el Legado de un maestro.
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