El formato del debate dejó mucho qué desear. Si siguen los formatos como el de este domingo, esas interlocuciones van a seguir quedando como una anécdota más de un proceso electoral.
✍🏽Alejandro Moguel
Nada inesperado hubo en el primer debate presidencial en México. Todo lo ocurrido ahí, ya estaba previsto. Que las dos candidatas punteras, Xóchitl y Claudia, se iban a echar tierra y lodo. Así sucedió. Que el tercero, Jorge Álvarez Máynez, iba a nadar de a muertito. Así fue.
México está en un dilema. Hacer propuestas, explicarlas y justificarlas, sería útil para un país cuya mayoría de ciudadanos sea pensante y culta. No es el caso de nuestro país. ¿Que la idea de esos debates es, justamente, hacer propuestas de gobierno, discutirlas, contraponerlas y confrontarlas?, sí, pero con un formato que permita hacerlo.
El formato del debate dejó mucho qué desear. Me cuentan que ese formato es acordado previamente por los representantes de cada uno de los contendientes, está bien. Pues que ellos pugnen por cambiar la forma del debate para que los mensajes sirvan a los ciudadanos. Si siguen los formatos como el de este domingo, esas interlocuciones van a seguir quedando como una anécdota más de un proceso electoral. Todos los actores políticos involucrados, el INE incluido, deben procurar que esos mecanismos para confrontar ideas de los candidatos presidenciales sean más útiles a la democracia mexicana. Ojalá y se haga para los próximos encuentros.
Por lo demás, sigue prevaleciendo la superficialidad. Quienes son anti chairos esperaban que Xóchitl desinflara a Claudia. No sucedió tal.
A la candidata de oposición le faltó contundencia y claridad en sus participaciones. La mayoría de los mexicanos sabe perfectamente cuáles han sido los grandes errores del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Luego entonces, esperaban que la candidata opositora expusiera con crudeza esos errores, sobre todo cuando Xóchitl tuvo en charola de plata el tema educativo, que este sexenio destrozó con haber cambiado el contenido de los libros de texto gratuitos o con el tema de salud que también fue un desastre en esta administración.
Esos temas debieron haber sido tratados con palabras que llegaran al sentimiento de los ciudadanos. Faltó quitarle los matices a las palabras y traducir los hechos con mayor dureza e inclemencia. Eso se hace en una guerra mediática.
Era muy fácil hacerlo, pero Xóchitl dejó pasar su oportunidad. La cuatroté, el proyecto de Claudia, ha menospreciado a múltiples grupos de mexicanos desprotegidos. Había que defenderlos a ellos: a los niños enfermos de cáncer y sus padres, a las madres buscadoras ignoradas, a las familias de miles de mexicanos fallecidos por la pésima gestión de la pandemia del Covid19, etcétera, etcétera, etcétera.
Claudia estuvo blindada por su frialdad. Todo lo dicho por Xóchitl es verdad. Como jefa delegacional de Tlalpan, Claudia cometió negligencia en el colegio Rébsamen cuyas estructuras colapsaron por el terremoto de septiembre de 2017. Xóchitl mostró pruebas de que ella autorizó ampliar la construcción de su edificio cuya parte se cayó y provocó la muerte de 26 personas en ese lugar, 19 de los cuales fueron niños inocentes. La negligencia del gobierno de Claudia ocasionó la caída de la Línea 12 del metro en donde fallecieron otras 28 personas. Fueron varios datos concretos ofrecidos por Xóhitl, pero no fueron suficientes.
Por todo eso, creo que el debate del domingo no va a cambiar gran cosa a las preferencias electorales de las dos candidatas punteras. Esperemos que los dos restantes debates sean más útiles a varios millones de ciudadanos indecisos existentes hoy.
El candidato de Movimiento Ciudadano quedó ahí como un tercero en discordia. Su hazaña habrá sido, a lo mucho, salvar el registro de MC.
alexmoguels@hotmail.com