Estuvo muy comentada la visita de Eduardo Ramírez Aguilar a los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo.
✍?Alejandro Moguel
Estuvo muy comentada la visita, del reciente lunes, de Eduardo Ramírez Aguilar a los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, por simples y sencillas razones de comprender.
El municipio de Frontera Comalapa está ubicado en la zona fronteriza del estado, en los límites de la Sierra Madre de Chiapas y la depresión central. Colinda con La Trinitaria, Chicomuselo, Bella Vista y Amatenango de la Frontera, cuyo ex presidente municipal Julián Bautista Gómez fue asesinado a balazos la mañana de ayer martes.
Muchos analistas creen, y yo estoy de acuerdo con ellos, que el candidato de la coalición Juntos Seguiremos Haciendo Historia hizo lo correcto con haber llevado un mensaje de esperanza a los sufridos habitantes de esos dos municipios, quienes llevan alrededor de cuatro años padeciendo angustiantes momentos.
Como candidato a gobernador, Ramírez Aguilar llevó un mensaje de paz y armonía, y a decirles que él anhela que todos los chiapanecos vivan en unidad.
La sola presencia del candidato en esos dos municipios significó un mensaje de esperanza entre todos los habitantes de esa región. Era necesario que fuera para confirmar su deseo de estar cerca de la gente.
ANTECEDENTES
Comalapa posee parte de la línea fronteriza con Guatemala y, desde hace aproximadamente cuatro años, ha registrado cruentos enfrentamientos a balazos entre bandas del crimen organizado. A partir de 2021, en ese municipio han sido frecuentes las ejecuciones y desapariciones de personas, mayoritariamente hombres. Entre 2022 y 2023 se reportaban a 57 personas desaparecidas en esa región.
En mayo de 2023, diversos medios de comunicación registraron diversos testimonios de personas que dijeron estar huyendo de sus casas en Frontera Comalapa por la violencia y el reclutamiento forzado que presuntamente estaban realizando grupos criminales cuyos integrantes entraban de manera arbitraria a las viviendas a sacar por la fuerza a jóvenes para obligarlos a ingresar a sus filas.
En esas mismas fechas, el periódico El Universal reportó que un aproximado de dos mil pobladores de la comunidad Lajerío, en el
municipio de Frontera Comalapa, se desplazaron a causa de la violencia por los enfrentamientos entre integrantes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, informaron habitantes de la zona.
De acuerdo con los testimonios registrados en ese rotativo en aquella época, en el Lajerío, oficialmente llamado Nueva Independencia, las cosas estaban de la siguiente manera: “prácticamente salió toda la gente; apenas este sábado salió una señora y dijo que ya el pueblo está en silencio, que no hay ningún alma”.
“Algunos hombres fueron a sacar los animales del corral, a darles agua para que no se mueran de sed. Hay mucha tristeza en la gente que tenga que dejar sus viviendas y sus animales”, lamentaron.
La violencia desatada por los grupos armados ha obligado asimismo al desplazamiento de algunas familias de la vecina comunidad La Candelaria, los choques armados ocurrieron entre La Candelaria y Lajerío, y están dispersos incluso en poblados del municipio vecino de Chicomuselo.
“La gente huyó al monte, a las cuevas, las montañas y también fueron a refugiarse con familiares en otros lugares” para ponerse a salvo de la violencia, relataron.
alexmoguels@hotmail.com
