¿Por qué se empeña Layda Sansores en defender a capa y espada a Marcela Muñoz?
✍🏽Eugenio Hernández Sasso
Hace 32 años, en Tabasco, Salvador Neme Castillo fue depuesto del cargo de gobernador del estado por varios motivos, uno de ellos fue la corrupción galopante, otra, la defensa a ultranza de sus amigos incrustados en el gabinete y, una tercera, podría decirse que fue su enemistad con grupos de poder que representaban un proyecto a futuro.
Esta misma historia está a punto de repetirse en Campeche con Layda Sansores, sólo que la diferencia, hace más de tres décadas, es que el presidente de México era Carlos Salinas de Gortari, un político al que no le temblaba la mano, ni las corvas, para tomar decisiones de esa naturaleza, y, ahora, es Andrés Manuel López Obrador, quien solo espera que se termine el sexenio para irse a “La Chingada”.
El pasado sábado, por tercera ocasión, alrededor de 10 mil campechanos marcharon por el malecón de la ciudad amurallada para exigir la salida de Marcela Muñoz de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), así como también la expulsión de la gobernadora Layda Sansores, quien se ha obstinado en defender a la funcionaria repudiada.
El problema se generó después del fallido operativo policiaco que se llevó a cabo en el traslado de personas privadas de su libertad en el centro penitenciario de San Francisco Kobén, el pasado 16 de marzo, en el cual resultaron agentes estatales lesionados, entre ellos algunas mujeres a punto de ser violadas, porque no se les dotó del equipo necesario. Es decir, fueron enviados a la guerra sin fusil.
Al grito de ¡Fuera Layda y sus foráneos!, ciudadanos, funcionarios de gobierno, familiares de policías agredidos y candidatos de partidos de oposición recorrieron el malecón de Campeche hasta llegar a la glorieta a Pedro Sainz de Baranda.
Luego siguieron caminando hasta llegar al palacio de gobierno, donde entraron y recaudaron firmas de los asistentes al mitin de protesta para llevarlas al Congreso del Estado y pedir juicio político contra Marcela Muñoz, la protegida de la hija de El Negro Sansores.
El empeño de la gobernadora campechana por defender a la encargada de la seguridad pública la podría llevar a sufrir complicaciones políticas que, inclusive, arriesgarían su estancia en el cargo. Tal vez sea de esa generación de políticos que decía “juntos llegamos y juntos nos vamos”.
Sin embargo, eso no sería lo más grave, sino que en las elecciones del 2 de junio los habitantes de esa entidad ya no voten por Morena, debido a la decepción que les ha causado Sansores y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador al no intervenir políticamente y tomar cartas en el asunto.
También es notorio que, en cada una de las tres marchas que han protagonizado los ciudadanos, crece el número de inconformes. El problema se empieza a convertir en una inmensa bola de nieve capaz de sepultar al partido oficial y propinarle, en esa entidad, una derrota a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
Esto, según algunos analistas, podría estropear la consolidación del Plan C, ya que se habla también de inconformidades en otras entidades en donde se impusieron candidatos y candidatas al gobierno que no tenían la simpatía del electorado, y esto provocará voto de castigo.
Tal es el caso de Veracruz, donde independientemente de que ha sido exhibida la presunta corrupción de Rocío Nahle, mucha gente la ha rechazado en algunas localidades de ese estado y le ha patentizado su decisión de no votar por ella el día de la jornada electoral.
SASSÓN
¿Por qué se empeña Layda Sansores en defender a capa y espada a Marcela Muñoz? De hecho, se la llevó a Campeche desde la alcaldía Álvaro Obregón en la Ciudad de México ¿Qué intereses las unen? ¿Por qué el presidente López Obrador no procede en consecuencia? ¿Será que no le importa al tabasqueño que disminuya la votación para su partido político y su candidata?
Sasso89@hotmail.com