70 años de celebrar “los hojeros de la flor de espadaña” a la Santa Cruz de Terán 1954 – 2024.
Todo inicia allá por 1954, cuando don Pedro González Cabrera, lleva por primera vez a la iglesia de Terán, las primeras hojas de flor de espadaña, como ofrenda a nuestra Santa Cruz; así lo hizo por tres años más, solo. Ya en 1957, invita a dos jovencitos como de 16 años, a Ismael Cundapí y a Fidel Domínguez, a quienes se encontró caminando por el rumbo de “loma pelona” en Terán por el mes de abril, a que lo acompañaran a traer “la flor de espadaña” a “cerro grande” por Villaflores. Don Pedro González, se iba cada año con “los hojeros” de Suchiapa, ya que él, por vivir en esa población, aunque originario de Terán, se había integrado a esa bonita tradición del pueblo de Suchiapa, quienes también celebran a La Santa Cruz. Es así, como en ese año de 1957, según la historia contada por estos dos jóvenes a un servidor, ya fueron tres a traer “la flor de espadaña”, saliendo de Terán el 27 de abril de ese año y regresando el 30 de abril.
Al siguiente año, se incorporaron otros jóvenes con don Pedro González, como cuatro muchachos más, volviéndose este peregrinar, una tradición en el pueblo, donde cada año, iban a traer la flor de espadaña, pero ya al cerro “el estoraque” en el municipio de Jiquipilas. El 26 de abril, se reunieron en casa de don Pedro para cenar unos tamales, café y traguito; y al siguiente día, se juntaban con “los hojeros” de Suchiapa el día 27 de abril muy de madrugada por el rumbo de “el Carmen”, hoy veterinaria, para irse al lugar y de regreso se separaban en ese mismo lugar, cada quien a su pueblo correspondiente y a dejar las ofrendas a la Santa Cruz.
Con el paso del tiempo, alguien sugirió hacer un paseo por las calles del pueblo de Terán el día 1 de mayo y entrar con su tercio de “hojas de flor de espadaña” a la iglesia de la Santa Cruz, reuniéndose en un lugar denominado “el jobito”, iniciando el tradicional “paseo de los hojeros de la flor de espadaña”, que hasta la actualidad sigue realizándose cada 1 de mayo y que da inicio la feria de la Santa Cruz. Con el tiempo, se hizo cada vez más grande el grupo de “hojeros” hasta de 60 integrantes.
LA CORTADA DE “LA FLOR DE ESPADAÑA”
Al salir el día 27 de abril de madrugada, “los hojeros” hacen día y medio de camino a pie para llegar al cerro “el estoraque” por la colonia Quintana del municipio de Jiquipilas, cortan las hojas de esta planta prehistórica arriba del cerro durante unas horas, hacen su” tercio de hojas” y se preparan para el regreso ese mismo día hacia Terán, regresando por el mismo camino que el de ida, colonias como Vicente Guerrero, Petapa, Espinal de Morelos. Otra vez, medio día de camino, entre el sol, el polvo, la sed, las rozaduras, las ampollas, insolación, entre otras circunstancias del tiempo y del largo viaje de tres días por senderos, montes, cerros, caminos y veredas, con el único propósito de llevarle esas hojas a la Santa Cruz como una ofrenda, una promesa o manda, principalmente por la salud de algún familiar enfermo o estar pasando un momento difícil en su vida. Cada “hojero” trae su “cruz cargando” literalmente.
EL TERCIO DE HOJAS DE “FLOR DE ESPADAÑA” Y SU SIGNIFICADO RELIGIOSO
El cargar su “tercio de hojas” en la espalda cada “hojero”, tiene un significado religioso, que es, “cargar con su cruz” como lo hizo Jesucristo rumbo al monte calvario. Este rito, simboliza “la pasión de Cristo” por el camino de la vía dolorosa, ya que, aparte de cargar su “tercio de hojas”, va cargando una cruz en su espalda, que cada “hojero” manda a hacer con un carpintero y poniéndole la fecha y año en que va a traer la hoja al cerro. A parte de, los tres días de camino a pie bajo el tremendo sol de abril y las consecuencias que esto trae consigo al caminar, es un sufrimiento físico fuerte y todo para que al final, entren a la iglesia a depositar como ofrenda o promesa de salud a la Santa Cruz de Terán. Una cruz que fue hecha en 1906, por el carpintero Nicéforo Peña a encomienda y manda de los que cuidaban la iglesia o ermita en esa época, una cruz que lleva unos símbolos religiosos que también aluden “la pasión de Cristo”, el letrero de INRI, los tres clavos, el lienzo de la Verónica, la túnica de Jesús, el sol, la luna y el gallo arriba de unas rocas; esto también servía para que las personas que en ese tiempo no sabían leer y escribir, aprendieran la palabra de Dios a través de esos símbolos o grabados en la madera.
LAS MADRINAS DE “LA CRUZ TOPADORA” Y “LA SANTA CRUZ QUE ESPERA” EN LAS COFRADÍAS
Con el tiempo, el grupo de “hojeros” se fueron separando por varias cuestiones personales y de grupos al interior, entre ellos en 1978, los amigos de la colonia de San José Terán, que eran varios que integraban al grupo; iniciando así, otro grupo de “hojeros”. Con el tiempo, algunos de los representantes también hicieron otro grupo, y así se fueron formando hasta la actualidad que hay 6 grupos, 4 en Terán, uno en San José Terán y otro en la colonia C.C.I cada uno de ellos con sus respectivas cruces como “la cruz topadora” que llevan las madrinas y “la cruz que espera”, esta última se encuentra en las cofradías o casas de los representantes de cada grupo, que es una cruz a imagen y semejanza de la Santa Cruz que se encuentra en la parroquia hecha en 1906.
LAS COFRADÍAS Y EL PASEO DE LOS HOJEROS
En la actualidad, cada grupo, tiene su propia cofradía o lugar donde llegan a descansar y a velar la flor de espadaña los días 29 y 30 de abril, para que el día 1 de mayo, los grupos de Terán se concentren en el lugar denominado “el jobito” hoy gasolinera Terán, iniciando así el festejo de la feria, e iniciar el recorrido tradicional a partir de las 7 am por las principales calles de Terán con un contingente de personas como de 800 a mil, entre hojeros, familiares, padrinos, madrinas de cada grupo y caminando al ritmo de la música tradicional de tambor y carrizo, entre cohetes y vivas a la Santa Cruz y mencionando los lugares por donde pasan en su caminar. Sobre la calzada aeropuerto, hay una persona (hoy lo hace su hijo), que esperaba a los antiguos hojeros con palabras y poemas en rima a través de su bocina como agradecimiento a esa hermosa tradición y exaltando la proeza de cada hojero en su peregrinar hasta llegar a la parroquia de La Santa Cruz, donde son recibidos por el párroco y toda la gente que llega a la iglesia. Por su parte, los grupos de San José y C.C.I entran en la parroquia de San José ese mismo día 1 de mayo.
LA ENTRADA A LA PARROQUIA SANTA CRUZ DE TERÁN EL 1 DE MAYO
Al llegar a la parroquia, el primer grupo de los cuatro, comienzan a entrar de rodillas, cargando su tercio de hojas, una vela en la mano o tocando el tambor o carrizo, mientras otros llevan cargando a sus hijos hasta llegar al altar de la Santa Cruz y ahí frente a ella, dejar “la flor de espadaña” que con mucho esfuerzo y durante días traen como promesa o manda. Al final, después del recibimiento y bienvenida, los hojeros salen de la parroquia y empiezan a regalar hojas a las personas asistentes para que los lleven a sus casas y los pongan en sus altares, también dejan las hojas para realizar el somé y adornar la cruz, y después cada grupo se van a otras casas donde los reciben con alegría y dejan hojas a los altares y haya una Santa Cruz.