Lo único incuestionable es que ni “México es un país en paz” ni que “el pueblo se encuentra feliz” como gustan repetir, luego de casi un sexenio de fallida gestión de la aún hoy inexplicada 4T.
Más allá del fingido optimismo y las reiteradas mentiras del inquilino de Palacio y la impuesta candidata a sucederlo, Claudia Sheinbaum, para intentar desvirtuar la realidad prevaleciente, lo único incuestionable es que ni “México es un país en paz” ni que “el pueblo se encuentra feliz” como gustan repetir ambos, luego de casi un sexenio de fallida gestión de la aún hoy inexplicada 4T…
Intentar imponer versiones como las anteriores cuando un día sí y otro también la sociedad es testigo del auténtico “baño de sangre” que cobra la vida de casi un centenar de ciudadanos inocentes cada 24 horas a todo lo largo y ancho del territorio y, últimamente, de candidatos, aspirantes y/o personajes vinculados a la política asesinados, tanto como la estadística sobre la creciente sensación de inseguridad y miedo de que da cuenta el propio gobierno, exhiben y descalifican la grave irresponsabilidad que implican afirmaciones como las citadas.
Apenas el pasado viernes por ejemplo, el alcalde de El Mante, Tamaulipas, Noé Ramos, panista que buscaba reelegirse por la coalición opositora, fue acuchillado al término de un evento de campaña mientras que el aspirante moreno al ayuntamiento de San José Independencia, Oaxaca, Alberto Antonio García, fue privado de la vida por el crimen organizado luego de haber sido secuestrado junto con su esposa, a quien finalmente dejaron en libertad los plagiarios, elevando a 30 el número de este tipo de personajes sacrificados, la mayor parte en entidades (des)gobernadas por Morena, como son Guerrero, Michoacán, Veracruz, Chiapas y el Estado de México.
Ello, además de que en lo referente a la percepción de inseguridad existente a nivel social, es el propio Inegi, que encabeza Graciela Márquez Colín, proclive al partido del gobierno, el que, con base en su más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, confirmó un alza de tal sensación en al menos medio centenar de ciudades grandes y medias de México, con Fresnillo (Zacatecas), Naucalpan (Edomex), Zacatecas (Zacatecas), Chilpancingo (Guerrero) y Cuernavaca (Morelos) con los peores números y, en el frente contrario, con la alcaldía Benito Juárez (CDMX), Piedras Negras (Coahuila), Cuajimalpa (CDMX), Mérida (Yucatán) y Tampico (Tamaulipas) como las que reportaron las mejores calificaciones…
Insistir en que el país se encuentra en calma y que la gente –“el pueblo bueno y sabio”, diría un clásico– vive feliz, celebrando los supuestos o reales logros conseguidos por el fallido régimen es simple y sencillamente una mentira monumental o, déjeme decirlo, una muy mala broma, producto de la perversidad o “mala leche” de quienes pretenden imponer tales visiones.
¡Qué cierto es aquello de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver!…