Esto se debe a la ineficacia de la dirigencia por la fuerte tendencia hacia la autocracia, aseveró el consultor político Jorge Arias.
✍?Eugenio Hernández Sasso
La democracia está en riesgo todos los días; obviamente, el punto culminante es el día de una elección en la que millones de ciudadanos le darán el bastón de mando teórico a un gobernante, afirmó Jorge Arias, consultor político con especialización en América Latina.
Entrevistado por los analistas políticos Oswaldo Chacón, Alejandro Moguel y José Adán Altúzar en los estudios del diario Ultimátum, el especialista en la materia mencionó que la tarea es poner a los mejores, lo cual va a incidir muchísimo en los próximos seis años y por eso es importante que todos se sientan obligados a votar el próximo 2 de junio.
Señaló que las campañas electorales en México se están llevando a cabo, indudablemente, en un contexto difícil porque hay mucha disconformidad en los resultados de la democracia, hay insatisfacción ciudadana, sobre todo de los jóvenes.
Esto, indicó, se debe a la ineficacia de la dirigencia por la fuerte tendencia hacia la autocracia, como es utilizar los mecanismos de la democracia para acceder al poder, pero torcer esos instrumentos para acumular más poder del que institucionalmente tiene asignado.
Subrayó que hay una desconfianza del uno al otro que transmiten los dirigentes, y las competencias electorales se vuelven tan salvajes como las vemos aquí en los debates para presidente, gobernador y alcaldes.
Por el otro lado, completó, “tenemos a ciudadanos que ven ese espectáculo casi pornográfico de una dirigencia que disputa el poder sin tener miramientos, sin tener contemplaciones, y un ciudadano que también se ha ido acostumbrando a que no le resuelvan los problemas”.
Recalcó que la democracia se construye entre todos y si los ciudadanos renuncian a su ejercicio de ciudadanía, tanto en el voto como en la participación y control de la gestión pública, “vaciamos la democracia de contenido”.
Subrayó que “estamos condenados a convertir en exitosa esta pobre democracia. Sin embargo, hasta ahora no ha dado resultados y pudiera probarse con dictaduras militares o elegir un rey, pero pareciera que la falencia la tenemos no solo en las autoridades sino también en millones de ciudadanos que no saben lo que significan sus derechos y libertades”.
Aseveró que esta democracia no ha generado opciones en materia de seguridad, más que las de “bala o bala” y “bala o plata”. Mencionó el caso de García Luna y se cuestionó ¿qué haría yo si estuviera en sus zapatos? Porque si no se elige la plata, del otro lado solamente está la muerte, ni siquiera el honor.
Destacó que este problema no es de un presidente, un gobernador o un alcalde, sino de la sociedad, y es imprescindible que se genere una conciencia social y trabajo en conjunto donde todos somos necesarios, al menos para respaldar a quienes están en la frontera invisible de la lucha contra este mal.
Explicó que el Plan de Desarrollo Democrático de Mediano y Largo Plazo se creó desde Chiapas para obtener indicadores y determinar que hay que corregir y en que se puede ayudar a quienes están en el gobierno, porque es apartidista, en donde están involucrados actores de la sociedad civil.
En ese sentido, mencionó a Enoc Gutiérrez, Humberto Gamboa, Otón Osorio y Maru Rodríguez, quienes están aportando todo lo que está de su parte para generar ciudadanía, porque “la democracia tiene ciudadanos que se desentienden de la democracia y dirigentes que atienden la democracia en beneficio propio”.
Afirmó que la desconfianza en el otro alimenta el círculo vicioso de una mala democracia y corresponde a todos unirse y convertirse en los héroes que transformen la realidad que actualmente se vive.
“La democracia en México es 130 millones de pequeños mosaicos que constituyen una pintura de la democracia”, dijo al considerar que la reconstrucción tiene que empezar “por mi metro cuadrado, que se alimenta en mi entorno”.
Dijo que su tarea es rescatar a los miles de héroes dirigentes que existen en distintos rincones de la acción institucional de la democracia en el territorio mexicano, que no son reconocidos al igual que los héroes de la lucha contra la delincuencia.
Explicó que cada ciudadano tiene una agenda distinta y quiere que el gobierno que sigue se la resuelva y si no lo hace completamente es considerado inútil, lo desprestigian y dicen que no sirve para nada.
Dijo que los dirigentes, ante la diversidad de la agenda que no puede resolver, polarizan.
“Es una solución mágica, yo me creo mi pequeña minoría que dice que Jorge Arias es el rey del universo y tiene las mejores ideas para transformar a la humanidad, que fanáticamente me van a defender. Automáticamente va a surgir un grupo de la misma intensidad que va a decir, a Jorge Arias yo lo conozco, es un corrupto, tiene todos los males del universo y sacarán de mí una historia contada que mucha gente va a creer y entonces obligo al conjunto social a elegir entre dios y el demonio”.
Esto, agregó, hace que la sociedad se retire porque esa democracia no le sirve y diga que ninguno funciona y se desentienda para que los demás resuelvan los problemas.
Consideró que sin la participación ciudadana se está fomentando que la democracia sea un negocio de pocos y sin contenido del conjunto social. Además de convertirse en apatía el día de las elecciones.
