En el contexto de la reunión en Tapachula que sostuvieron Andrés Manuel López Obrador y Bernardo Arévalo, presidentes de México y Guatemala, se trató el tema de la seguridad.
Garantizar la seguridad en Chiapas y en la frontera sur no debe ser una dádiva de la federación y tampoco una respuesta coyuntural ante la ola de balaceras y asesinatos sin precedente que han ocurrido recientemente en la entidad, sino que debe ser una prioridad de Estado, si es que de veras se desea llevar adelante cualquier proyecto de desarrollo en esta región estratégica.
En el contexto de la reunión en Tapachula que sostuvieron Andrés Manuel López Obrador y Bernardo Arévalo, presidentes de México y Guatemala, se trató el tema de la seguridad, donde participaron los responsables de las fuerzas policiacas y militares de ambos países.
Después se habló del proyecto de conectar el Tren Maya y el Tren Interoceánico de Tehuantepec con una vía ferroviaria que los conecte con Guatemala y Belice, además de crear zonas portuarias e industriales en Puerto Chiapas, así como en los puertos Quetzal y San Tomás de Castillo en Guatemala, además de proyectar en conjunto los atractivos turísticos del Caribe y del Mundo Maya. Sin embargo, para lograr esto, se requiere garantizar la seguridad.
Para decirlo de manera más clara: Es fundamental garantizar la seguridad en la región limítrofe entre ambas naciones, que abarca el estado de Chiapas en el lado mexicano y el departamento de San Marcos en el guatemalteco, para poder llevar adelante otros proyectos como la infraestructura ferroviaria, portuaria, y agroindustrial, además de ordenar la migración.
El asesinato de Lucero López Maza, candidata del Partido Popular Chiapaneco a la presidencia municipal de La Concordia, además del enfrentamiento en Chicomuselo que tuvo un saldo de once personas asesinadas, generó la demanda de más seguridad haya sido la principal demanda que escuchó López Obrador en su reciente visita a Chiapas.
Aunque el presidente señale que la entidad se encuentra en el lugar número 31 respecto a homicidios en el país, nunca antes se había desatado una ola de violencia como la que están padeciendo los habitantes de varios municipios de la Sierra, la zona fronteriza y la Frailesca, convertidos en rehenes y víctimas de la lucha de dos grupos del crimen organizado.
López Obrador afirmó que su gobierno va reforzar la seguridad en Chiapas y mencionó que actualmente hay más de 27 mil elementos de las fuerzas de seguridad, de los cuales 17 mil son federales, además de que se reforzarán las zonas conflictivas mil 500 elementos de la Guardia Nacional, que se sumarán a los 900 agentes de esta institución que ya están operando en el lugar.
No basta con mandar más soldados y agentes de la Guardia Nacional. Ningún proyecto de desarrollo podrá lograrse en la frontera sur, mientras allí operen impunemente grupos del crimen organizado que controlan el tráfico de migrantes, extorsionan a los comerciantes y secuestran a los pueblos.
Garantizar la seguridad en Chiapas y la frontera sur no sólo debe verse como un compromiso de la federación, sino como un asunto de Estado para desarrollar la frontera en México y Guatemala. Es un tema de Seguridad Nacional. RDM