Más de uno ha quedado sorprendido con los resultados preliminares de la pasada elección presidencia.
✍🏽Rodolfo L. Chanona
Más de uno ha quedado sorprendido con los resultados preliminares de la pasada elección presidencial, contienda electoral que aparentaba podría estar competida y dar sorpresas, ante la aparente participación masiva de la ciudadanía a votar el día 02 de junio; en cuya jornada electoral se percibió que, existían grandes filas para llevar a cabo el sufragio en cada una de las secciones electorales en donde se ubicaron las casillas.
Considerando esta participación masiva por varios analistas, como el resultado de la intervención diaria del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador en el proceso electoral a través de sus mañaneras, la constante violación a las normas electorales vigentes por parte del propio presidente y demás actores morenistas durante todas las etapas del proceso electoral, la violencia desatada por todo el país y el cambio de régimen propuesto por la candidata presidencial oficialista Claudia Sheinbaum Pardo y el movimiento obradorista autodenominado 4ª. transformación.
Sin embargo, el desencanto llegó, cuando el Instituto Nacional Electoral dio los resultados del conteo rápido realizado por expertos, el cual arrojó una participación ciudadana en la elección de tan solo el 60 al 61.5 %, porcentaje menor a lo que se había dado en las últimas dos elecciones presidenciales, cuya participación osciló entre el 63.1 y el 63.4 % (2012 y 2018 respectivamente).
En cuanto a la elección presidencial se informó que, la tendencia de la votación era para Claudia Sheinbaum Pardo candidata de la coalición (Morena-Verde-PT) con una tendencia entre el 58.3 y el 60.7 %; Xóchilt Gálvez Ruiz candidata de la coalición (PAN-PRI-PRD) su tendencia oscilaba entre el 26.6 y 28.6 % y Jorge Álvarez Máynez candidato de Movimiento Ciudadano entre el 9.9% y el 10.8%; así mismo, las tendencias arrojaban una mayoría calificada en ambas cámaras (Senadores-Diputados) por parte de la coalición “Juntos Haremos Historia”, conformada por los partidos políticos de Morena, Verde Ecologista y del Trabajo, mismos que postularon a la candidata del obradorismo, lo que les permitirá realizar los cambios que consideren a la Constitución o re-escribirla si así lo desean.
Resultados que evidentemente señalan la voluntad mayoritaria de la ciudadanía mexicana, la cual, decidió por la propuesta de un cambio de régimen, en donde el modelo institucional y democrático mexicano que se venía consolidando desde los años setentas, pareciera llegó a su fin; un modelo de país que había venido constituyéndose a través de hacer prevalecer las libertades individuales, los contrapesos gubernamentales, el pluralismo político, el respeto y cumplimiento de las leyes.
Resultados que nos llevan a la regresión del hiperpresidencialismo y a la prevalencia de un partido político hegemónico, bajo una militarización en asuntos civiles y un gobierno sin ningún tipo de contrapeso institucional; concentrándose el poder absoluto en el Estado, quedando a merced de la buena voluntad del titular de la presidencia de la república, con el riesgo eminente de convertir a México en un “Estado totalitarista”.
Es indudable que Claudia Sheinbaum Pardo llega a la presidencia, por decisión mayoritaria de los mexicanos, con una amplia ventaja y al parecer de los primeros resultados, con 5 millones de votos más que AMLO en el 2018, siendo la persona más votada en la historia política del país.
No obstante, aún existen muchas cosas por analizar y esperar ver, respecto a cómo gobernará la primera presidenta electa de México y cuál será su postura ante los DDHH, la violencia contra las mujeres, los derechos de la niñes, la delincuencia organizada y la libertad de prensa.
Mientras tanto en Chiapas, sucedió lo que tenía que suceder, gana contundentemente Eduardo Ramírez Aguilar; y hoy Chiapas, ha centrado su esperanza en el autodenominado Jaguar Negro, confiando los chiapanecos en que este nuevo gobierno, pueda sentar las bases para sacar del atraso e inseguridad a nuestro Estado.