Sus predicciones fueron ciertas y Claudia Sheinbaum obtuvo la victoria con más de un 30 por ciento de ventaja, sin embargo, Massive Caller, que le daba el triunfo a Xóchitl Gálvez hasta por un punto, quedó bastante desacreditada.
Eugenio Hernández Sasso
En esta elección del 2 de junio se tiene que reconocer que la mayoría de las empresas encuestadoras tenían razón y, con ello, recuperaron un poco del prestigio que ya habían perdido.
Sus predicciones fueron ciertas y Claudia Sheinbaum obtuvo la victoria con más de un 30 por ciento de ventaja, sin embargo, Massive Caller, que le daba el triunfo a Xóchitl Gálvez hasta por un punto, quedó bastante desacreditada.
Esa sería una de las primeras experiencias que ha dejado el proceso electoral finalizado este recién pasado domingo.
Ahora bien, habrá que esperar los resultados de los cómputos finales que se llevarán a cabo entre el 5 y el 8 de junio y luego ver si la oposición se atreve a impugnar, aunque la diferencia es abismal como para lograr algún movimiento importante en el marcador.
Debe quedar claro también, una vez concluido el proceso, que debe haber humildad de ambas partes, tanto de los que ganaron hacia los que fracasaron en el intento, y de los que perdieron hacia los que se alzaron con la victoria.
En un país como el nuestro no cabe el encono, la arrogancia y el avasallamiento. Por el contrario, se debe buscar, de verdad, la reconciliación del pueblo.
Así como se vivió una jornada comicial tranquila y en paz el pasado 2 de junio, así debe continuar en todo el país, sin rencores ni resentimientos para impulsar, entre todos, el desarrollo que México tanto necesita.
Según lo han confirmados las autoridades gubernamentales, Claudia Sheinbaum asumirá como nueva presidenta de México el próximo 1 de octubre, cuando se realice la transición del Poder Ejecutivo Federal.
En esta ocasión, se escribirá una nueva página de la historia porque Sheinbaum será la primera que se convierta en mandataria de un país que siempre se ha considerado machista.
Sin embargo, en esta ocasión, gracias a las siglas del partido Morena, los mexicanos demostraron que han sido capaces de transformar su mentalidad y votar masivamente para que los gobierne una mujer.
La nueva presidenta de México tendrá también la ventaja de contar con un Congreso de la Unión mayoritariamente morenista, pues el partido guinda y sus aliados arrasaron con las diputaciones federales y senadurías.
Esto le permitirá hacer las modificaciones que requiera necesarias y que así considere convenientes a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para consolidar el proyecto de nación iniciado por Andrés Manuel López Obrador.
Si este proyecto es para fortalecer la cuestionada democracia de México, qué bueno, y si es para implantar un régimen autoritario, entonces querrá decir que millones de mexicanos se equivocaron el pasado domingo y, todos los habitantes del país, deberán pagar las consecuencias.
Lo que sí es una realidad, es que al votar de la forma que lo hicieron, los mexicanos ratificaron que están hartos de los partidos ahora de oposición y que su confianza está depositada en Morena, Andrés Manuel López Obrador y quien habrá de sucederlo el próximo 1 de octubre.
Con los resultados preliminares queda claro que el triunfo del partido oficial fue totalmente legitimado en las urnas por la mayoría de mexicanas y mexicanos, sin embargo, será mediante el quehacer gubernamental de la nueva administración que se ganará, desgastará o definitivamente se perderá la credibilidad.
SASSÓN
Lo que México busca es paz, no enfrentamientos ni más división. El país anhela que se recupere la seguridad, que su economía se fortalezca, que el sistema de salud sea eficiente y que la corrupción se ataque desde la raíz y no quede impune.
Sasso89@hotmail.com