Los números ahí están en las estadísticas y es algo que no se puede borrar con ningún argumento.
DEMOCRACIA VIRTUAL | Eugenio Hernández Sasso
Hasta el 6 de junio del presente año, el sexenio de López Obrador contabilizaba un total de 188 mil 850 homicidios. Esto demuestra que, en comparación con los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, la cifra del régimen de la cuarta transformación supera por mucho a los gobiernos conservadores.
Los números ahí están en las estadísticas y es algo que no se puede borrar con ningún argumento. El gobierno de Peña Nieto cerró con 157 mil 158 homicidios en 2018 y el de Felipe Calderón con 121 mil 613 víctimas en 2012.
Simplemente, la ola criminal ha inundado al país y la sangre ha corrido por las calles y ha salpicado a una gran cantidad de familias que han perdido a sus seres queridos.
También existe otro problema grave, pues hay jóvenes que de repente desaparecen y sus familiares no vuelven a saber de ellos porque son reclutados por los grupos delincuenciales, ya sea por las buenas o por las malas y no hay nadie que pueda hacer nada por ellos.
Lo que a las bandas del crimen organizado les interesa es crear sus propios ejércitos para pelear por los territorios y les importa poco lo que sufran los mexicanos y mexicanas.
Tenemos, por ejemplo, que en 2019, se registraron 36 mil 661 homicidios; en 2020, 36 mil 773; 2021, 35 mil 700; 2022, 33 mil 287; 2023, 30 mil 558, y en 2024 ya se contabilizan 12 mil 780 y los que se sumarán en los 117 días que faltan para que Andrés Manuel López Obrador entregue la banda presidencial a Claudia Sheinbaum.
En promedio, se calcula que mueren alrededor de 80 personas diarias bajo el fuego de las armas de los criminales.
Esto nos lleva a que, en 2023, la tasa de homicidios fue de 23.3 por cada 100 mil habitantes, la cual representó un descenso de seis puntos en comparación con 2018, cuando casi se alcanzó la cifra de 30 por cada cien mil habitantes.
La situación actual en materia de violencia ha llevado a México a ubicarse en el lugar número nueve, de 26 países del continente americano, como la nación con mayor tasa de asesinatos, de acuerdo a un informe de la Organización de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNUDC, por sus siglas en inglés).
A todo ello habría que sumarle los robos, secuestros y extorsión, que por cierto este último delito ha registrado estadísticas al alza.
Las estrategias que el gobierno federal ha implementado para atacar este azote social han fracasado, una de ellas fue la de “abrazos, no balazos”, quizá la más cuestionada por la mayoría de los sectores de la sociedad mexicana que nunca dieron crédito a que el presidente de la república ofreciera amabilidad, simpatía y respeto a quienes violentamente son capaces de arrebatarle la vida a cualquiera, además de poner en riesgo el patrimonio de la mayoría de los mexicanos con el cobro de cuotas.
La creación de la Guardia Nacional tampoco fue un gran acierto, pues a pesar de centralizar la fuerza del Estado se ha podido ver, en diferentes videos circulados en redes sociales, que los integrantes de esta corporación (casi 107 mil en todo el territorio nacional) son humillados por los delincuentes y no pueden responder a las agresiones.
Aunque las cifras oficiales señalan que los estados de Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua, Jalisco y Morelos acumulan la mitad de los homicidios, los chiapanecos y tabasqueños también tienen otros datos, pues en ambas entidades del Sureste de la república, “amadas” por el presidente López Obrador, los crímenes están a la orden del día.
Ya no se sabe si se registran más asesinatos diarios en Chiapas o Tabasco, pero lo que sí es real es que a diario aparecen personas ejecutadas en sus distintos municipios, por razones desconocidas, y nuevos hogares son enlutados por esta tragedia que no ha sido posible controlar por parte de las autoridades federales, ni de los estados en mención.
Sin embargo, la población aún mantiene viva la esperanza. Por ello, los ciudadanos le dieron nuevamente la confianza a Morena para gobernar el país en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo y casi en la totalidad de los 32 estados de la república. La gente espera que se pueda encontrar la fórmula precisa para contener el derramamiento de sangre que mantiene aterrorizados a todos los mexicanos.
SASSÓN
Todos aquellos que buscan formar parte del gabinete de Eduardo Ramírez Aguilar deben obedecer las instrucciones del “librito”. Calladitos se ven más bonitos. Hay muchas anécdotas de políticos que, por indiscretos, se han quedado en la banca durante todo el partido.
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