Se deben reforzar los mecanismos de protección a periodistas, de acuerdo a la realidad de cada zona geográfica; las medidas cautelares no funcionan, afirmó Gaspar Romero.
✍?Eugenio Hernández Sasso
La libertad de expresión se encuentra limitada por los crímenes que se registran en Chiapas y las autoridades tienen que aplicar el estado de derecho, el Ejército debe estar de manera permanente en zonas de alto riesgo como lo establece la constitución y las leyes, en términos de combate a la delincuencia, aseveró el periodista Gaspar Romero Pérez.
Entrevistado por Amet Samayoa Arce, director general del diario Ultimátum, y los analistas políticos Javier Guízar y Alejandro Moguel, Gaspar Romero indicó que se deben reforzar los mecanismos de protección a periodistas, de acuerdo a la realidad de cada zona geográfica.
Señaló que no se debe ir a cubrir una escena del crimen organizado sin los mecanismos de autoprotección, así sea el pueblo más pequeño del estado o la capital, se debe avisar a la familia, a las autoridades y organismos de derechos humanos, además de llevar el equipo necesario para proteger el cuerpo.
En cuanto a las medidas cautelares que ofrece el gobierno aseguró que no funcionan porque lo primero que las autoridades hacen es cuestionar el costo de la vivienda del periodista, preguntar cuántos hijos tiene y tomar foto a las placas de su carro, para luego darle su número de teléfono celular y sugerirle que le llame si nota alguna situación de peligro.
Eso, en vez de generar seguridad, provoca desconfianza porque no son los términos adecuados en los que debe llegar un policía cuando el periodista está en una situación de riesgo, van a atentar contra su vida o a sufrir una agresión.
Dijo también que los narcocorridos fomentan la violencia, y de acuerdo al nivel cultural de cada persona es la forma de entender el mensaje; si no se llega a tener un control fuerte de parte de las autoridades para evitarlo, no pueden combatir físicamente a un delincuente.
Con la experiencia de haber sido amenazado en una ocasión en la que tuvo que recurrir a medidas cautelares, Gaspar Romero recomendó a los reporteros cubrir en grupo los eventos, además de tomar todas las precauciones pertinentes, aunque se pierda la exclusividad de la noticia.
Dijo que, aunque en términos generales no viven una persecución, la muerte de Mario Gómez, en 2018; Freddy López Arévalo, en 2021, y Víctor Alonso Culebro Morales, apenas la semana pasada, se lamenta y condena la situación, al mismo tiempo, porque al matar un periodista muere la libertad de expresión.
En el caso de Mario Gómez, consideró que se juega con la investigación, pues solo hay dos o tres detenidos a quienes podrían poner en libertad porque no se han reunido suficientes pruebas.
Al referirse a Freddy López manifestó que hasta este momento nadie es culpable del asesinato ni se sabe cómo van las investigaciones.
Precisó que el homicidio de Víctor Alonso Culebro despierta alertas, y el gremio espera que se esclarezca rápidamente el crimen para saber, por lo menos, cuál fue el motivo por el que le arrebataron la vida.
Explicó que en la zona donde trabajaba el director del portal de noticias Realidades: Cintalapa, Jiquipilas, Ocozocoautla y Berriozábal, es un lugar altamente peligroso donde hay robo de vehículos en las carreteras y operaciones de la delincuencia organizada, a pesar de la presencia del Ejército Mexicano.
Chiapas, consideró, se está yendo a un extremo de alto riesgo, donde el periodista ya no puede transitar por las carreteras ejerciendo libremente su trabajo de investigación o simplemente ir a buscar la noticia.
Señaló que tanto el Ejército como la Guardia Nacional poseen un descontrol de la zona, cuando debiera ser al revés y no tienen permanencia para lograr la paz que la gente demanda.
Reveló que cuando le tocó cubrir un enfrentamiento entre autoridades y delincuentes, se tuvo que retirar porque le dijeron que no podía permanecer ahí.
Si en verdad el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum le apuesta a la democracia, aseveró que lo primero que deben permitir es la libertad de expresión, y puso como ejemplo las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela donde se ha cancelado esa autonomía.
Si por darle cobijo o permitir la operación de la delincuencia organizada se pierde la garantía constitucional que tienen quienes ejercen el periodismo, “no vamos a crecer como país”, afirmó.
Indicó que ahora se responsabiliza de todo a los periodistas y eso ha provocado que en las comunidades la sociedad les niegue el acceso para hacer su trabajo.
El incremento de la violencia, aseguró, se registró desde el gobierno de Vicente Fox, continuó con la guerra de Felipe Calderón y desde entonces han muerto muchos periodistas, pero hasta la fecha no se han esclarecido los casos.
Consideró que es muy difícil hacer periodismo, porque en México se está viviendo una situación similar a Colombia, donde los reporteros tuvieron que tomar medidas de autoseguridad para ir a zonas de alto riesgo, pues sufrían atentados de grupos rivales cuando llegaban primero a la escena del crimen.
Esta situación obliga a que los periodistas decidan no ir a los lugares de riesgo a cubrir eventos y simplemente checar las redes sociales para rescatar datos y elaborar sus notas.
