Las campañas ya no son de ir a visitar a las colonias, caminar y tocar puertas, ofrecer una gorra o playera, llevar un mensaje, tener entrevistas o presentar propuestas, es tener dinero para comprar votos, aseveró el ex candidato a la alcaldía de Tuxtla.
✍?Eugenio Hernández Sasso
Mientras haya ignorancia y hambre, la democracia será subjetiva, precisó Paco Rojas Toledo, ex candidato de la coalición PRI, PAN y PRD a la alcaldía de Tuxtla, al revelar que su adversario ganó con la compra de votos y prácticamente sin hacer campaña.
Entrevistado por Amet Samayoa Arce, director general del diario Ultimátum, y los analistas políticos Javier Guízar y Alejandro Moguel, señaló que “lo más preocupante es que la ciudad va a quedar en manos de una persona totalmente cuestionada”, en referencia al presidente municipal electo Ángel Torres Culebro.
“No concibo los resultados”, expresó, porque todas las encuestas decían que Paco Rojas iba a ganar con seis puntos arriba de un candidato de Morena rechazado, con obras inconclusas, con muchas cosas negativas, que no tenía arraigo en Tuxtla ni convivencia con la sociedad.
Reveló que el acarreo no se hizo de la forma tradicional, en taxis o combis, sino en autos particulares y obligaron a las personas de la tercera edad a llevar a cinco votantes más a las urnas.
Reconoció que ese trabajo fue “muy bien hecho” porque el patrón fue de 140 a 160 votos por casilla a favor de su adversario.
Expresó que las campañas ya cambiaron, pues ahora “ya no son de ir a visitar a las colonias, caminar y tocar puertas, ofrecer una gorra o playera, llevar un mensaje, tener entrevistas o presentar propuestas, es tener dinero para comprar votos.
Comentó que el candidato de Morena casi no hizo campaña, pero le apostó su dinero a la movilización y compra de votos.
Reflexionó también que los verdaderos tuxtlecos ya son minoría, pero votaron por él 90 mil personas, que actuaron libremente.
Retó al presidente municipal electo de Tuxtla a caminar por las calles de la ciudad para ver a quién de los dos saluda más la gente.
Insistió en que seguirá luchando por lo que cree y continuará señalando lo que esté mal y reconociendo lo bueno como lo ha hecho con el gobierno municipal actual.
Anunció que trabajará en un proyecto que sea un contrapeso al gobierno actual, para no abandonar a los 90 mil tuxtlecos que representa.
Manifestó que hay posibilidades de que se convierta en regidor en el ayuntamiento de Tuxtla, por el número de votos que sacó en la pasada elección del 2 de junio.
Anhelaba, dijo, darle seguimiento al trabajo de Carlos Morales Vázquez y hacer de la capital chiapaneca la ciudad más transparente financieramente.
Mientras haya ignorancia y hambre, la democracia será subjetiva, precisó.
Al referirse a las posibilidades de ser regidor, indicó: “creo que conforme pasa el tiempo me voy convenciendo de que debo estar ahí para no permitir que exista corrupción, ni compromisos que no van con el beneficio de la sociedad”.
Será, añadió, vigilante de que las cosas se hagan extremadamente bien. De lo contrario, denunciará y convocará a la sociedad, si en algún momento cometen arbitrariedades o desvían recursos del pueblo para otras cosas.
Consideró que mucha gente ya no quiere trabajar, porque recibe apoyo de los programas sociales.
Dijo que si el gobierno actual no toma en cuenta a la sociedad en sus decisiones, va a tener serios problemas.
Asimismo, agregó que no empiecen a tomar decisiones unilaterales sin tomar en cuenta a los que saben del tema, como el puente que querían hacer en Caña Hueca.
Reveló que en su campaña política se gastaron alrededor de 4 millones de pesos, con apoyo de amigos.
Sin embargo, del lado de su adversario, presuntamente, gastaron 50 millones de pesos el día de la elección y, aunque se le hizo poco, supuso que ese dinero no salió de su bolsillo, sino de “algunos compromisos políticos o desvió de recursos”.
Lamentablemente, expresó, quien le invierte así a una campaña seguramente va a robar.
