Este pimpón administrativo, trajo como consecuencia, un mayor agravamiento del por sí, ya deficiente sistema de salud mexicano.
✍🏽BALANZA LEGAL | Rodolfo L. Chanona
Las transiciones administrativas generadas a partir del 2019, desde la desaparición del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), cuyo organismo sería gestionado por la Secretaría de Salud, con la intención de centralizar y garantizar el acceso oportuno a los servicios de salud pública; el cual desafortunadamente, estuvo caracterizado por su falta de operatividad y fracaso, trayendo como consecuencia, la suspensión de este y la creación del organismo público descentralizado IMSS-BIENESTAR, el cual, no es parte de la administración pública central y opera con patrimonio propio, y autonomía de gestión.
Este pimpón administrativo, trajo como consecuencia, un mayor agravamiento del por sí, ya deficiente sistema de salud mexicano; tropiezos obradoristas que, desafortunadamente han costado miles de vidas y han dejado a más de 50.4 millones de personas sin acceso a instituciones de salud, según datos emanados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 (CONEVAL); encuesta que también observó, un aumento significativo en el número de personas que enfrentan carencia de acceso a estos servicios, al pasar de 16.2% a 39.1% entre 2018 y 2022.
Lo que equivale a que, un alto porcentaje de la ciudadanía este sin el derecho a la protección a la salud y quién, cuente con esta protección, se le brinde un servicio de salud ineficaz.
Conforme al proyecto de presupuesto de este año (2024), se proyectó para las principales instituciones de salud en México, un presupueso distribuido de la siguiente forma:
Recursos para el IMSS: Un aumento real de 9.7% en comparación con 2023 y administraría 47% de los recursos federales destinados al gasto en salud, el ISSSTE: tendría al contrario un recorte real de (-)9.7% en comparación con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023.
Recursos para salud en los estados que, corresponde al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), destinado a los servicios estatales de salud, contaría con un presupuesto de 135 mil 589 millones de pesos, lo que supondría un aumento real de 3% con respecto al PEF 2023.
Recursos para el IMSS-Bienestar: Para 2024, se espera que este organismo público de reciente creación IMSS-Bienestar, tuviera un presupuesto de 128 mil 624 millones de pesos para cumplir su función de proveer atención médica gratuita y hospitalaria a las personas que no cuenten con seguridad social.
Lo que nos permite apreciar como el IMSS y el IMSS-Bienestar, se han convertido en las instituciones de salud, más importantes del país, a las cuales se les ha asignado un incremento considerable de recursos, aunque esto, no se ha traducido en una mayor cobertura y acceso a los servicios de atención médica.
En el caso de nuestro estado de Chiapas, podemos apreciar en el PPF 2024 que se le asignó recursos para la construcción del Hospital General de zona, el cual, contará con 144 camas para su atención, lo que permite albergar la esperanza en los chiapanecos, de poder ser merecedores de una correcta protección de la salud, en beneficio de los derechohabientes y usuarios del programa IMSS-Bienestar, recibiendo un servicio de salud accesible, efectivo, seguro, de calidad y aceptable.
Porque actualmente, el servicio que brinda el Hospital General de Zona 2 del IMSS, mejor conocido como 5 de Mayo, dirigido por el doctor Fernando Franco Vargas, quién funge como director de dicho nosocomio; dista mucho, de ser un servicio eficiente en su atención hospitalaria, presentando problemas de encamamiento y múltiples errores en la atención hospitalaria que, por comentarios de los derecho-habientes, estos errores en muchas de las ocasiones culminan con la muerte de los pacientes por negligencia médica.
La burocratización médica ha llegado a tal grado que, se hace permanecer a los pacientes graves en el área de urgencias, hasta por 15 días, en condiciones que vulneran la dignidad humana, por ejemplo, teniéndolos en una silla sentados por días; área que está prácticamente a cargo, de los médicos internos de pregrado, prestadores de servicio social y residentes, toda vez que, los especialistas y médicos titulares, brillan por su ausencia; teniendo el paciente grave que soportar varios días en situaciones de incertidumbre médica que, si tiene suerte y sobrevive, tendrá la posibilidad de ser atendido después de varios días, por uno de los galenos especialistas y entonces sí brindarle el tratamiento adecuado.
Por cierto esta situación que se indica, no es propia de la entidad, sino es una constante, en todo el país, tan es así que, de acuerdo al Censo Nacional de Derechos Humanos Estatal (CNDHE) y Federal (CNDHF) 2023, elaborado por INEGI; el IMSS esta señalado, como la primera de las cinco instituciones responsables con más quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por la violación a los derechos a la salud y la negligencia médica constante en la que incurre su personal.