El gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar ha dicho que está concentrado en la elaboración de acciones para los primeros cien días de su gobierno.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
El gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar ha dicho que está concentrado en la elaboración de acciones para los primeros cien días de su gobierno. De manera tal, que el 8 de diciembre próximo, cuando tome protesta del cargo de gobernador constitucional de Chiapas, él esté en condiciones de anunciar acciones concretas e inmediatas de los primeros meses de su administración.
Como se dice en el lenguaje coloquial, Ramírez Aguilar está arrastrando el lápiz en este largo tramo que hay entre la elección del 02 de junio pasado y el 08 de diciembre, fecha fijada por la Constitución local para iniciar el periodo gubernamental estatal.
Por lo pronto, el comiteco se ha estado reuniendo con personajes de la vida política nacional. Se ha reunido con el próximo secretario de Educación del gobierno federal, Mario Delgado. La educación es un tema fundamental para Chiapas y seguramente ambos hablaron de los asuntos que más interesen a los chiapanecos en ese ramo.
También sostuvo un encuentro con Alicia Bárcena, la próxima secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), otro rubro de vital importancia para esta entidad del sur del país.
De igual, manera se reunió con Josefa González Blanco, embajadora de México en Reino Unido, hija del ex gobernador, Patrocinio González Garrido y con una fuerte conexión con Chiapas.
Hizo lo propio con el próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Omar García Harfuch.
Todos ellos, desde sus propias trincheras, seguramente tienen mucho que aportar a Chiapas.
PURA PALABRERÍA
Sigue la verborrea, palabrería o confusión sobre la discusión de si hay o no sobrerrepresentación legislativa en el Congreso de la Unión. Los morenistas se desgarran las vestiduras tratando de interpretar las leyes para su beneficio.
Sin embargo, la Ley es muy clara y ya hubo antecedentes en 2018 y 2021. El límite de sobrerrepresentación establecido en la constitución (artículo 54) dispone que “en ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”. La finalidad de dicho precepto busca garantizar un principio básico de la democracia representativa: que “todos los votos cuenten igual”.
Un trabajo elaborado por Guadalupe Salmorán Villar, denominado “Reglas del INE para evitar la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados”, señala que “sin embargo, en la más reciente contienda electoral, fue posible que los tres partidos que (en 2018) integraron la coalición Juntos Haremos Historia —Morena, PT y PES— con el 45.9% de la votación obtuviesen 61.6% de las diputaciones federales, esto es, prácticamente lo doble de lo permitido por la carta magna. En contrapartida, el resto de los partidos accedió al 38.4% de las curules, habiendo recibido el 54.1% de los votos. Si bien en las elecciones de 2012 y 2015 ya se habían registrado sobrepases al límite de sobrerrepresentación a favor de la alianza PRI-PVEM (de 0.2% y 1.7% respectivamente) en los comicios de 2018 los partidos excedieron con creces el límite de sobrerrepresentación tolerado por la constitución”.
¿Cómo fue posible?, se pregunta y, y al mismo tiempo, se responde el autor mencionado: “Mediante las coaliciones electorales. Como se ha explicado en otras sedes, el esquema es complejo, pero en el fondo muy simple: los partidos “minoritarios” postulan candidatos que en realidad militan en los partidos “mayoritarios” para que los primeros inflen artificialmente sus triunfos y los segundos no rebasen el tope constitucional. El caso del PES es el más absurdo: en 2018, gracias al convenio de coalición con Morena, aquella agrupación obtuvo 56 candidaturas, a pesar de que no alcanzó siquiera el 3% para obtener su registro ni ganó por sí solo ningún distrito electoral. En pocas palabras, los partidos aprendieron a utilizar las normas que regulan las coaliciones para hacer fraude a la constitución”.
Señala que, en aquella ocasión, hubo un acuerdo del INE. El siguiente:
“Ante ese escenario, y rumbo a la jornada electoral 2021, el INE ha emitido los criterios para asignar las diputaciones de representación proporcional que integrarán el Congreso mediante el acuerdo INE/CG193/2021 (del 19 de marzo 2021). Con dicha decisión el INE pretende impedir que los partidos que compiten en coaliciones —la ya mencionada Juntos Haremos Historia (conformada ahora por las agrupaciones Morena, PT y PVEM) y Va por México (que alinea al PAN, PRI y PRD) — reciban un número de curules mayor a su votación obtenida fuera del margen constitucional”.
Por 9 votos a favor y dos en contra, el Consejo General estableció un mecanismo para contabilizar las candidaturas para cada uno de los partidos que integren una coalición, únicamente para efectos de la asignación de las diputaciones de representación proporcional, y así asegurar el límite de sobrerrepresentación del 8% (INE/CG193/2021: 69-78).
En primer lugar, verificará la “afiliación efectiva” de las candidaturas triunfadoras por el principio de mayoría relativa (MR) de los partidos que integren una coalición. Recordemos que, dada la naturaleza mixta del sistema electoral mexicano, para que INE pueda distribuir las diputaciones plurinominales, tiene que saber primero cómo quedó el mapa de las 300 diputaciones uninominales.
A partir de dicho acuerdo, el INE adjudicará el triunfo al partido con el cual el o la candidata tenga la “afiliación efectiva” vigente al momento de registro de la candidatura conforme a los padrones del Instituto (con corte de 21 de marzo). Pero si la candidatura ganadora no tiene una “afiliación efectiva” a alguno de los partidos que la postularon, la asignación se hará conforme lo dispuesto en el convenio de coalición, buscando el mayor equilibrio entre el porcentaje de votos y escaños obtenidos.
Finalmente, en caso de que la candidatura haya contendido por la reelección, y no cuente con una “afiliación efectiva” a los partidos coaligados, la victoria será contabilizada al partido del grupo parlamentario al que pertenecía al momento del registro de la candidatura. Salvo que haya pertenecido a un grupo parlamentario de un partido sin registro vigente, en esos casos, el triunfo se contabilizaráconforme a lo señalado en el convenio de coalición.
alexmoguels@hotmail.com