Actualmente estamos viviendo una especie de nuevo Maximato, en donde podemos apreciar algunas similitudes ante la próxima sucesión presidencial.
✍🏽BALANZA LEGAL | Rodolfo L. Chanona
Algunos consideran que el “Maximato” en la historia política del México contemporáneo, es la piedra angular para entender el desarrollo y evolución del sistema político mexicano, en donde se puso en marcha la práctica tan peculiar de ejercer el poder tras el trono.
El protagonista de esta etapa de la historia es Plutarco Elías Calles, el cual, quiso unificar, controlar o, en ocasiones reprimir, a la clase política revolucionaria, sobre todo cuando el “interés” de su voluntad, así lo precisare; mismo criterio empleó con la Iglesia Católica, cuando la consideró nociva a su voluntad, buscando éste a toda costa, una vez terminado su periodo presidencial, marcar la pauta de la política nacional en los gobiernos subsecuentes, periodo que abarcó de 1928 a 1935.
Es importante señalar que, durante el mandato de Calles, comenzó el proceso de institucionalización del país tras la Revolución Mexicana, así también, se gestó la guerra cristera y al finalizar su gobierno fundó el Partido Político Nacional Revolucionario (PNR), el cual, aglutinó la mayor parte de las fuerzas políticas de la época, siendo reconocido como el Jefe Máximo de la Revolución.
El periodo presidencial de Calles, fue entre el 1 de diciembre de 1924 y el 30 de noviembre de 1928, y posteriormente le suceden tres presidentes: Emilio Portes Gil, interino a la muerte de Álvaro Obregón; Pascual Ortiz Rubio que, inaugura la época de los gobernantes designados por el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y Abelardo L. Rodríguez que, supliría a Ortiz Rubio derivado de su renuncia como presidente.
Algunos historiadores consideran que al final del mandato de Calles, México estaba empezando a mostrar un rostro diferente, permitiendo la continuidad en el poder de los callistas, ensayando nuevas formas de convivencia, transformando los servicios públicos, las vías de comunicación y la economía en general, generándose un gran movimiento de capitales, permitiendo una clase social económicamente fuerte, dentro y fuera del aparato del Estado.
Actualmente estamos viviendo una especie de nuevo Maximato, en donde podemos apreciar algunas similitudes ante la próxima sucesión presidencial, que se llevará a cabo el próximo primero de octubre, en donde Andrés Manuel López Obrador, entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo; siendo esta, una defensora de la política obradorista y ha prometido dar continuidad al proyecto de la autodenominada 4ª. transformación.
Dentro de las similitudes podemos apreciar que, AMLO a través de su movimiento de regeneración nacional, creó su partido político nacional MORENA, el cual, lo llevó a la presidencia y hoy le permitió volver a ganarla; Calles, de igual manera creó el PNR y fue a través de este que, le permitió el control político y poner a los callistas con los que, pretendió dar continuidad a sus políticas.
Otra similitud es que, al término del gobierno de Calles, la economía del país se encontraba en un buen momento, tanto fuera como dentro del aparato del Estado, al igual que en el gobierno de AMLO, donde al final de su administración, la economía del país se encuentra estable y con un récord histórico en inversión extranjera, reduciéndose la pobreza, así como, la mejora de los derechos laborales y pensiones, generándose una potencial política social a través del incremento de los programas sociales.
Lo anterior no obstante de los desaciertos del gobierno obradorista, en materia de educación, salud, inseguridad y corrupción.
Otra similitud, es la forma de integrar los gabinetes de los sucesores, por ejemplo, cuando Emilio Portes Gil en 1928, asume la presidencia interina ante la muerte de Obregón, su gabinete estuvo integrado por el 62.5% de funcionarios que habían estado en el gabinete de Calles, como es el caso de Luis Montes de Oca, Genaro Estrada, Joaquín Amaro Domínguez, José Manuel Puig Casauranc, entre otros; en el caso de la sucesora Claudia Sheinbaum y de acuerdo a los nombramientos del gabinete que hasta el día de hoy ha anunciado, es apreciable como el 50% de estos, son colaboradores de López Obrador y la otra mitad, excolaboradores de ella en el Gobierno de la Ciudad.
Aunque en el periodo del Maximato, los posteriores gobiernos interinos, dejaron entrever la merma paulatina del poder de Calles, toda vez que, en el gobierno de Pascual Ortiz Rubio, se redujo el porcentaje de callistas en el gabinete aún 40% y en el Abelardo L. Rodríguez, aún 23%, además este último giró una circular a los secretarios de Estado, explicitando que la Constitución había establecido un régimen presidencial y que en ese período no se le podía llamar “Jefe Máximo” al general Calles.
Evidentemente México en su historia contemporánea ha transitado por diversas fases y corrientes políticas como es el populismo, el neo-liberalismo y en el presente, estamos incursionando en la corriente progresista; sin embargo, independientemente de la corriente política en turno, México no dejó de desarrollarse y hoy nuestro país no es el mismo México de 1930.
Razón por la que la esperanza, hoy está centrada en la primera presidenta de México, deseando que mantenga los aciertos del presidente AMLO y resuelva los desaciertos de este, los cuales, al día de hoy, aquejan a la ciudadanía mexicana, que, de no solucionarlos de forma pronta, podrán mermar el desarrollo de nuestro país.