Como presidente, Andrés Manuel López Obrador realizó muchos actos que constituyen un retroceso enorme en la vida democrática de México y ha causado graves daños a varios rubros de la vida social del país.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
Son realmente temerarias las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador. Ya lo ha dicho varias veces y lo reiteró anteayer: que cualquiera podrá ser juez, magistrado o ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). “Sólo necesitará ser abogado y electo (por el pueblo) No es tan complicado, tan complejo, el Derecho”, apuntó.
Sin exagerar, eso es el equivalente a colocar, frente a un Boeing 747, a un piloto recién egresado de la escuela de aviación y con cero horas de vuelo.
También ordenar a un médico realizar una cirugía complicada, sin haber antes haber realizado las rigurosas prácticas para poder hacerla. Y así, podríamos citar varios ejemplos de múltiples oficios o profesiones que, para poder ejercerlas, requieren de conocimientos teóricos acreditados y prácticas rigurosas.
Como presidente, Andrés Manuel López Obrador realizó muchos actos que constituyen un retroceso enorme en la vida democrática de México y ha causado graves daños a varios rubros de la vida social del país, como la educación, la inseguridad pública acrecentada al doble de como la encontró al inicio de su administración (Calderón dejó 100 mil muertos por el crimen organizado; López logrará sumar 200 mil víctimas por las mismas razones en el mismo lapso de tiempo).
Hizo pedazos a la educación pública en el nivel básico con sus nuevos libros de texto gratuitos y degradó al máximo la política con la colocación de cada adefesio en cargos públicos de mucha relevancia y con haber impuesto la creencia de que, sin importar el rango que fuera, para ser servidor público se requería únicamente 10 por ciento de capacidades y 90 por ciento de lealtad a su proyecto.
Hoy, está hundiendo aún más al país entero con su terca idea de imponer la elección popular para seleccionar a jueces, ministros y magistrados de la SCJN. Los pronósticos son reservados, porque la economía se vendrá a pique y la justicia será puesta a disposición del buen postor.
Las reacciones son evidentes. El destacado periodista Raymundo Riva Palacio escribió en sus redes sociales que “la transición tersa que se esperaba entre López Obrador y Claudia Sheinbaum, ha resultado todo,
menos eso, al llegar el presidente al final de su sexenio en el umbral de una crisis como no se veía desde diciembre de 1994”.
El portal Latinus informó que la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha pedido a AMLO reconsiderar sus reformas frente a la revisión y/o renegociación del T-MEC en 2026: Puede echar por tierra años de progreso, sentenció.
El embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, advirtió el jueves reciente que la reforma al Poder Judicial, para la elección de jueces por voto popular, pondría en riesgo la democracia y la relación comercial entre ambas naciones.
“Creo que el debate sobre la elección directa de jueces en estos tiempos, así como la política feroz si se llegaran a aprobar las elecciones de jueces en 2025 y 2027, amenazan la histórica relación comercial que hemos construido, la cual depende de la confianza de los inversionistas en el marco legal de México”, declaró.
Por su parte, el embajador de Canadá en México, Graeme C. Clark, dijo a EFE este jueves que inversionistas canadienses le han transmitido sus preocupaciones sobre la reforma al Poder Judicial que impulsa el Gobierno mexicano para elegir por voto popular a jueces y a la Suprema Corte.
alexmoguels@hotmail.com