La nueva generación que debe levantar la voz y hacer algo al respecto.
✍🏽Alfonso Salazar | Argenis Esquipulas
Cerca de mil jóvenes pertenecientes a la iglesia cristiana marcharon el pasado fin de semana en la capital chiapaneca, acto al que nombraron “Por la Proclamación Cristiana de la Paz”, esto debido a los constantes hechos de violencia que se presentan en diferentes puntos del estado de Chiapas.
El contingente se reunió en la Parque 5 de Mayo, dónde previo a comenzar con el recorrido, realizaron varias actividades alusivas al tema, todos vestidos de blanco y con la leyenda “Levántate”, fue como inició está marcha, que avanzó por la avenida central y concluyó en el centro de Tuxtla Gutiérrez.
Indicaron, que ante la situación que se vive en Chiapas, con los constantes enfrentamientos, disputas de territorios, que han generado el desplazamiento forzado, son los jóvenes, la nueva generación que debe levantar la voz y hacer algo a respecto.
“Nosotros somos jóvenes que pertenecemos a la comunidad cristiana, estamos convencidos que, en estos tiempos de inseguridad, somos nosotros los que debemos alzar la voz, demasiada violencia en el estado, por eso salimos a marchar, vestidos de blanco, para exigir a las autoridades que hagan algo al respecto”, comentó Martha Ruiz.
Esta marcha, es una de las tantas manifestaciones que la sociedad ha realizado al respecto, por el tema de la violencia que Chiapas, ahora fueron jóvenes cristianos, decididos a cambiar el rumbo de Chiapas.
POR TERCER AÑO CONSECUTIVO, LA IGLESIA EVANGÉLICA CELEBRA EL GRITO DE INDEPENDENCIA
En un evento que ya se ha convertido en tradición, la iglesia evangélica “El Rey del Ministerio Jesús es el Camino” celebró por tercer año consecutivo el Grito de Independencia en el estado de Chiapas, conmemorando el 16 de septiembre, fecha en la que se celebra la independencia de México. El pastor asociado Gerardo Hernández encabezó la ceremonia, destacando la importancia de celebrar no solo la independencia política del país, sino también la libertad espiritual que, ofrece Jesucristo.
En entrevista, el pastor Gerardo Hernández explicó que su congregación participa en estas celebraciones patrias como parte de su responsabilidad social y espiritual, subrayando que los mexicanos deben reconocer que Jesucristo es el verdadero libertador. “Tenemos que celebrar actividades que nos hagan sentir parte de este país independiente, pero también reconocer que nuestro libertador ha sido Jesucristo, quien es la esperanza para todos en estos días de dificultad”, comentó. Hernández hizo énfasis en la situación de violencia que vive actualmente Chiapas, asegurando que la maldad ha crecido en la región y que solo a través de la fe en Cristo se puede encontrar paz.
Como parte de las actividades del evento, la congregación llevó a cabo una marcha sobre el Boulevard Belisario Domínguez, que culminó en el parque Bicentenario, pasando por el Puente de Colores, donde desplegaron una lona con el mensaje: “Jesucristo es nuestro libertador”.
Durante el recorrido, los participantes entregaron trípticos y folletos con mensajes de paz, armonía y felicidad dirigidos a las familias chiapanecas. La marcha, denominada “Jesucristo Nuestro Libertador”, buscaba promover la idea de que México es un país libre y soberano, donde se respeta la diversidad cultural, política y religiosa.
Hernández y su congregación destacaron que el objetivo de la marcha no era solo conmemorar la independencia de México, sino también recordar que, según su fe, Jesucristo liberó a la humanidad del pecado a través de su sacrificio en la cruz. “Somos libres por la sangre de Jesucristo”, declaró el pastor, reforzando el mensaje cristiano de redención y libertad espiritual.
El evento concluyó con una oración por la paz y la seguridad en Chiapas y en México. Los líderes religiosos hicieron un llamado a la reconciliación y la tolerancia, especialmente ante los hechos violentos que han sacudido las regiones de la Frailesca y la Sierra Madre de Chiapas. La oración incluyó peticiones por el cese de la violencia y la intolerancia religiosa, y proclamaron la paz como un derecho para todos los habitantes del estado.
El acto, aunque controversial para algunos, sigue consolidándose como una expresión de fe y patriotismo dentro de la comunidad evangélica en Chiapas, una región marcada por la diversidad cultural y religiosa.