Fue una experiencia maravillosa, la más importante de su vida al haber gobernado la capital del estado y se va con mucha satisfacción, afirmó el ahora ex alcalde tuxtleco.
✍?Eugenio Hernández Sasso
Sin nostalgia, con mucha satisfacción por el deber cumplido, sin aferrarse al gobierno, “porque el poder se busca para servir “y ya servimos”, Carlos Morales Vázquez sale de la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez con muy buen ánimo y ganas de descansar de las presiones que tiene el trabajo cotidiano de una administración municipal.
Entrevistado por Amet Samayoa Arce, director general del diario Ultimátum, y la conductora de noticias Rubí Zúñiga, el ahora expresidente recalcó que siempre pensó en el momento de su salida y, por ello, cada una de sus decisiones, de las acciones que tomaba, fueron enfocadas a retirarse con la frente en alto.
“Las etapas se cumplen, son los tiempos que marcan las leyes para los términos en los que tienen que ser los gobiernos, destacó en la entrevista a unas horas de partir.
Apostamos a los primeros tres años y luego se volvieron seis, comentó al momento de considerar su paso por la alcaldía como “una experiencia maravillosa, la más importante de mi vida al haber gobernado esta ciudad y, con mucha satisfacción, nos estamos retirando”.
En la víspera de concluir su mandato, recordó que hizo 16 eventos de evaluación en distintas zonas de la ciudad, en las agencias municipales, con agrupaciones de maestros, deportistas, Consejo Consultivo Ciudadano, con la idea de informarles comparativamente cómo se recibió la administración y cómo se entrega.
“Nos da mucha satisfacción dar números, entregar buenas cuentas y muchas obras que le sirven a la comunidad”, añadió.
Subrayó que se realizaron acciones para mejorar los servicios municipales en la ciudad, además de lograr que los ciudadanos sean partícipes del desarrollo de la capital chiapaneca.
Aseguró que, de acuerdo a los especialistas, una ciudad de las dimensiones de Tuxtla Gutiérrez necesita por lo menos dos décadas para lograr una evolución.
Afirmó que esto pasa porque hay un relevo generacional. Él ya hizo lo propio en seis años y espera que los siguientes gobiernos hagan lo que les corresponde para lograr una transformación total.
Apuntó que “ya dejamos los rieles acomodados y ahí viene el tren del desarrollo avanzando”.
Resaltó el trabajo de su equipo, ya que sus integrantes fueron seleccionados de acuerdo a su capacidad, talento y experiencia en cada una de las áreas.
Sin embargo, reveló que no solo fueron secretarios, directores o coordinadores de áreas que dieron lo mejor de sí, sino miles de trabajadores del Ayuntamiento que solo necesitaban motivación y contar con los instrumentos para ejecutar sus funciones con excelencia.
Comentó que también la ciudadanía contribuyó con el pago de predial y agua potable, lo cual derivó en una fuerte recaudación que, a su vez, permitió que la Federación les liberara mayores recursos presupuestarios.
En referencia al fondo financiero que heredará a la siguiente administración, como nunca había pasado, declaró que gobiernos anteriores no decían nada porque es difícil rendir cuentas.
Recalcó que las calificadoras nacionales señalan que su administración deja al municipio en una situación de solvencia, con un nueve de evaluación.
“Nosotros queremos que el nuevo gobierno encuentre condiciones para no detener su trabajo en los primeros meses” y que no le pase lo mismo que a él que debió esperar más de un año para encauzar la labor del municipio porque eran muchas las deudas.
Informó que también dejará 117 millones de pesos en una cuenta especial para el pago del aguinaldo de los trabajadores, el cual es una obligación, pero no lo dejaban sus antecesores
Se dejarán, además, 150 millones de pesos a libre disposición.
Entre los pendientes, mencionó que le faltó avanzar más en vialidades interiores en las colonias, mejorar en el uso y consumo de energías limpias en parques, calles y bulevares, a efecto de disminuir el gasto de energía eléctrica en la vía pública y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Otros asuntos que le preocupan, dijo, son las plantas de tratamiento, las cuales funcionan pero están rebasadas en su capacidad.
Entre otros logros, señaló que se mejoró el alumbrado público, el servicio de recolección de basura, el rescate del río Sabinal que evitó catástrofes por el desborde del cauce.
Comentó que los últimos exalcaldes no viven en Tuxtla, aunque desconoce las razones, pero afirmó que él sí se quedará a residir en la ciudad, pues continuará como catedrático en la UNACH.
“Me verán andar por las calles, hacer ejercicio en los gimnasios o ir al parque, no tengo por qué no hacerlo, al contrario, con la satisfacción de haber cumplido podré estar en la ciudad. Aquí me voy a quedar a vivir”, recalcó Morales Vázquez.
Reveló que continuará participando en actividades políticas como ciudadano, poniendo el buen ejemplo de ayudar para que la ciudad progrese.
Afirmó que tiene voluntad y disposición de participar en la vida pública, pero en este momento no cuenta con ningún proyecto personal en ese sentido.
“Si esto se da, pues bienvenido, lo haremos, si no, tenemos las actividades docentes que también son parte de nuestra tarea y responsabilidad de vida que hacemos. Espero que se dé alguna oportunidad, si así lo fuera y puedo servir desde ese espacio, lo haré”, explicó el ex alcalde tuxtleco.
Agradeció a quienes le permitieron llegar a la presidencia municipal con su voto, y a los que no confiaron en él “espero haber dado respuestas suficientes para convencerlos de que nuestro proyecto no era algo que no guardara un compromiso con la ciudad”, insistió.
