Esto es un proceso de reencuentro y fortalecimiento de la identidad que va a generar una nueva visión “de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde debemos ir”, afirmo el periodista Víctor Cruz Roque.
✍?Eugenio Hernández Sasso
“Poesía libertaria descolonizadora de América” es un concepto del cual muchos sectores hablan que debe ser un proceso gradual, el cual no se va a generar en un día ni en un sexenio porque se tardaron 300 años de sometimiento, difícilmente se va a desarraigar todo lo impuesto, aseveró el Periodista Víctor Cruz Roque.
Entrevistado por Alfredo Pacheco, en los estudios del diario Ultimátum, indicó que muchos poetas, escritores y pensadores han plasmado en su obra sus contenidos literarios, su producción, su manera de como percibir el mundo con letras rebeldes, indómitas.
El 12 de octubre, Día de la raza, a las 11 de la mañana en el auditorio de la Universidad Metropolitana de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, dijo que se llevará a cabo ese evento y aclaró que no es de la Asociación Nacional de Locutores que representa.
Informó, de igual forma, que la entrada será gratis y quienes lleguen tendrán 45 o 50 minutos de conocer sobre el tema, porque es una extensión del taller de oratoria y expresión pública que imparte en la UNACH.
>Recitó el fragmento de una poesía de José de Molina y mencionó otro texto de Pablo Neruda que habla de la reivindicación, se refirió, asimismo, al poema Esta justicia nuestra y precisó que toda esa carga colonizadora y de explotación fue trasladada hacia los sectores más desprotegidos y vulnerables.
Explicó que las complicidades generadas por el proceso de colonización histórica de los españoles, también contó con la creación de una casta privilegiada y nuevos empoderamientos de control, sobre todo del clero.
Expresó que en el poema Esta justicia nuestra de Pablo Neruda hay un reclamo de justicia.
Precisó que a más de 500 años de distancia “con índice de fuego señalamos a los conquistadores, pero no nos hemos dado cuenta del fenómeno que nosotros hemos creado para revertir lo que conocemos como empoderamiento al revés, destructivo”.
Desde ese punto de vista dijo que la justicia que tardó, va a tardar y seguirá tardando en llegar para los grupos étnicos, no solo de los que están plantados de Pantelhó, “ya tienen una actitud, con todo respeto, de envalentonamiento al revés, por eso se atreven a agredir a todo mundo”.
Explico, en ese sentido, que la idiosincrasia, los procesos de pensamiento y la identidad, vulnerada por los malos gobiernos, el olvido, la explotación, la miseria, el hambre, la persecución de los grupos gubernamentales y la manipulación política electoral, creó una especie de Frankestein “que ahora nos está desconociendo”.
Acerca de la poesía en los jóvenes, dijo que con estos nuevos conceptos como el de la chiapanequidad y la descolonización del pensamiento, todo lo que se está haciendo se debe trasladar a las aulas educativas, para que tenga una proyección transexenal “y vaya más allá”.
De esa manera, afirmó, se podrán incubar los contenidos por medio de la enseñanza. “Los alcances pueden ser a través de la Ley Estatal de Educación, porque si no estamos solo romantizando”.
Explicó que es muy cauto en opinar acerca de estos conceptos, porque “se construyen grupos muy sensibles”, los cuales creen que con exponer o debatir algo se está en contra.
Recalcó que esto es un proceso de reencuentro y fortalecimiento de la identidad que va a generar una nueva visión “de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde debemos ir”.
Sin embargo, insistió, hay que trasladarlo al ámbito educativo “porque si no se convierte en una flor muy bonita, aromática, pero si no tiene procedencia de raíz y crecimiento, perdón, pero en dos o tres días ya se marchitó”.
Este concepto, añadió, primero que se “academice, más que se politice. Es decir, yo lo veo desde la perspectiva que es necesario academizarlo, quitarle las telarañas y los pelos atrofiados de la politización, porque todo lo que se politiza en este país termina yéndose a una especie como de caño de desagüe… alcantarilla”.
Llamó a la no imposición de contenidos porque se convertiría en una especie de colonización intelectual.
“Por ejemplo, cuando generan un adoctrinamiento educativo, están propiciando una colonización, creación, sometimiento, sojuzgamiento, a través de contenidos doctrinarios ideológicos afines al poder establecido”, recalcó.
Afirmó que también el PRI colonizó a México durante más de 70 años y todavía existen muchas células de ese tipo en diferentes ámbitos de la vida pública nacional.
