Como bíblicos judíos errantes vagan en todo el territorio nacional, y los provenientes de Latinoamérica, han hecho del territorio chiapaneco su estancia obligada.
✍?DERECHO DE RÉPLICA | Víctor Manuel Cruz Roque
Como bíblicos judíos errantes vagan en todo el territorio nacional, y los provenientes de Latinoamérica, han hecho del territorio chiapaneco su estancia obligada, encapsulados por decisión del gobierno mexicano que se encuentra entre la espada que representa su similar norteamericano que no los quiere ver allá, y la pared que le significa mostrarse ante el mundo como tolerante y respetuoso de los derechos humanos. Lo demás, son discursos.
No es un fenómeno nuevo, ese no es el asunto. Lo novedoso es que todo indica que, sin decirlo, el régimen 4T decidió mantenerlos “a raya” en nuestra entidad, manteniéndolos como población flotante en las principales ciudades, condenándolos a la sobrevivencia.
Existen testimonios de que, muchos han decidido seguir su travesía caminando hacia el centro del país, y otros que utilizan autotransportes públicos avanzan hasta el punto donde son descubiertos y es donde, no son deportados como solía ser la práctica tradicional, sino que los regresan o les piden que regresen a donde estaban estacionados. Eso ha propiciado que, tan solo en Tuxtla Gutiérrez ya se perciba una especie de saturación de decenas o quizá centenas de miles que pululan donde puedan, pernoctando y acondicionando plazas, parques y espacios públicos para “pasar la noche”.
Da la impresión que existe una instrucción vertical del poder central del país hacia las autoridades estatales y municipales para que se les tolere e incluso se le provea discretamente de facilidades para su estancia, porque, lo que intentan proyectar con esa inacción, aunque parezca inaudito, es que no pasa nada. Sin embargo, esa determinación sí está propiciando muchos fenómenos colaterales que ya provocan alertas y hartazgos de la población local, precisamente por el sensibilizado ambiente producto de la alarmante inseguridad.
Se han denunciado en redes sociales, por ejemplo, que anónimos inmigrantes se cubren el rostro y asumen actitudes agresivas al momento de solicitar ayuda a los automovilistas, como sucede en el libramiento sur y carretera a Villaflores. O el caso de quienes se barnizan de pintura y, con un arma larga de juguete, se encuentran en las calles con el mismo objetivo, ignorando quizá que a eso se le llama apología de un delito, además de que, como están las cosas, se suman a la normalización visual primero y emotiva después, del uso de esas representaciones armamentistas, con todo y que son de juguete.
Ya hemos anotado en este mismo espacio otras manifestaciones del mismo fenómeno, como la explotación laboral de que están siendo objeto por parte de comerciantes y empresarios con negocios como el de lava autos, hoteles, restaurantes, etc. Esto, sin ignorar que muchos de ellos ya iniciaron pequeños negocios en las calles, como venta de alimentos con los sabores de su país de origen, peluqueros, expendios de chacharas diversas e incluso prostitución.
A todo esto, se hace necesario que las autoridades gubernamentales den a conocer de qué se trata o hasta donde se pretende llegar con todo eso de no ver y no escuchar, lo que a todas luces ya es una crisis humanitaria.
Es todo, gracias.
vmcruzroque@hotmail.com