Todos anhelan la paz en Tuxtla Gutiérrez, pero la violencia en vez de disminuir crece.
✍🏽DEMOCRACIA VIRTUAL | Eugenio Hernández Sasso
Todos anhelan la paz en Tuxtla Gutiérrez, pero la violencia en vez de disminuir crece. La percepción de inseguridad aumenta y, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la capital chiapaneca ocupa el sexto lugar nacional en este rubro.
Hombres y mujeres que habitan en la ciudad se encuentran decepcionados de su gobierno municipal, porque Ángel Torres Culebro les ofreció que, al llegar al ayuntamiento, no iba ni a dormir para custodiar el municipio.
A casi mes y medio de haber tomado posesión del cargo no hay manera de que el alcalde haga nada y todo parece indicar que, así como se le cayeron los domos de mala calidad que construyó como titular de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno del estado, también se le cae a pedazos la administración local que apenas acaba de iniciar.
Hasta este momento no ha sido capaz de diseñar una estrategia entre los gobiernos municipal, estatal y federal para contener el problema de inseguridad. Es más, evita hablar del tema y eso que cuando tomó posesión ese fue uno de sus principales compromisos.
El 1 de octubre pasado, en la sesión solemne de cabildo, dijo: “vamos a generar sectores y subsectores en donde va a haber un comandante responsable, y ese comandante se va a presentar con los líderes de las colonias para ponerse a su disposición, y a sus órdenes, y que las patrullas y los elementos policiacos que estén asignados en cada uno de los sectores sean conocidos también por la colonia”.
En el discurso se oía muy bien la propuesta, el problema es que en la práctica no se ha llevado a cabo y la ciudadanía no está loca para meterse en problemas con los delincuentes. Hace falta carácter del gobernante para enfrentar la situación.
Si bien es cierto que no es función de la policía municipal atacar la delincuencia organizada, sí es su responsabilidad combatir la delincuencia común.
También es muy cierto que el presidente municipal tiene la facultad para ponerse de acuerdo y pedir apoyo a las instancias estatales y federales, con el propósito de salvaguardar la seguridad del pueblo.
El mes de octubre fue totalmente violento. Se registraron robos, asaltos a mano armada, asesinatos y feminicidios en todas partes. El mes de noviembre empezó también con un alto grado de violencia y sigue creciendo. La pregunta es ¿qué espera Ángel Torres para presentar un verdadero plan de seguridad? ¿Acaso no tiene la capacidad para elaborarlo?
Eso es por el lado de la inseguridad, falta ver si los recursos se manejarán con transparencia, en este trienio, y se invertirán en lo que realmente necesita el municipio en materia de infraestructura y servicios públicos, porque el antecedente que tiene el presidente municipal no le ayuda en nada.
El gobierno municipal debe continuar el impulso que ya llevaba en materia de limpieza, seguridad, recuperación de espacios públicos, construcción y rehabilitación de vialidades, reforestación y, sobre todo, manejar los recursos financieros con honestidad para terminar de pagar la deuda que en seis años fue casi totalmente liquidada.
Recordemos que el llamado Ángel “Caído” Torres tiene un antecedente de corrupción muy fuerte desde que pasó por la Secretaría de Obras Públicas del gobierno del estado y, hasta ahora, ha gozado de total impunidad. Cosa que en la Nueva ERA se le puede acabar.
No fue solamente que se le hayan derrumbado los domos en varios municipios, sino también los presuntos negocios que hizo a través de empresas fantasma. Hoy carga con toda esa mala fama y los tuxtlecos esperan que se la quite de encima con un trabajo honesto y eficaz.
Además, ha sido acusado por el regidor Paco Rojas de creerse un iluminado, debido a que la mayoría del cabildo le dio un poder extralimitado para hacer lo que le venga en gana.
La preocupación es que más adelante, por ejemplo, vaya a querer construir pasos a desnivel como el de “Chiapas sin corazón” que propuso cuando era funcionario estatal, mediante el cual iba a derribar una gran cantidad de árboles en aporte a la deforestación, y también iba a carcomer el erario público.
SASSÓN
Torres Culebro tiene experiencia en la adjudicación no muy transparente de contratos, pues habría que recordar que antes de ser funcionario público en Chiapas se desempeñó como subgerente de Recursos Materiales Región Sur de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB), donde se vio envuelto en escándalos de corrupción y tráfico de influencias con el entonces subdirector de esa subsidiaria, Armando Ricardo Arenas Briones, para favorecer a empresas afines a sus intereses… Perro que come huevo, ni aunque le quemen el hocico.
Sasso89@hotmail.com