Renuncias y tensiones internas en el gobierno de Ángel Torres. El alcalde ha priorizado otros acuerdos, relegando los compromisos hechos con su equipo cercano.
El gobierno de Ángel Torres Culebro, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, enfrenta una serie de desafíos tras las recientes renuncias de funcionarios clave de su administración. A dos meses de haber asumido el cargo, las dimisiones del Secretario General del Ayuntamiento, Luis Alberto Molina Ríos, y del Director de Gobierno, Julio César Santos, han generado dudas y especulaciones sobre la estabilidad interna de su gestión.
La renuncia de Luis Alberto Molina Ríos
Luis Alberto Molina Ríos, quien ocupaba el segundo cargo político más importante dentro del Ayuntamiento, presentó su renuncia argumentando motivos personales. Sin embargo, fuentes cercanas al exfuncionario han revelado que su salida está ligada a desacuerdos profundos con la administración municipal.
Molina Ríos, quien desempeñó un papel clave en la campaña que llevó a Ángel Torres a la alcaldía, habría dejado el cargo debido al incumplimiento de compromisos adquiridos durante el proceso electoral. Según las mismas fuentes, el alcalde ha priorizado otros acuerdos, relegando los compromisos hechos con su equipo cercano.
Además, Molina Ríos habría expresado su negativa a firmar documentos que, según él, carecían de apego a la legalidad y transparencia, lo que habría motivado su decisión de separarse del cargo. Este contexto da lugar a preguntas sobre las prácticas administrativas y la gobernabilidad del Ayuntamiento.
La salida de Julio César Santos
Paralelamente, Julio César Santos, Director de Gobierno, también dejó su puesto. Aunque no se han dado detalles públicos sobre las razones de su renuncia, la coincidencia temporal con la salida de Molina Ríos refuerza la percepción de problemas internos en la administración de Ángel Torres.
Nombramientos cuestionables
Otro punto crítico ha sido la polémica en torno a la designación de José Abdul Orendain de los Reyes como Director de Tránsito Municipal. El funcionario, señalado por acusaciones de tortura y extorsión en su historial profesional, fue rápidamente reemplazado por Alberto Morales Bernal. Sin embargo, el episodio puso en entredicho los procesos de selección de personal y generó un fuerte rechazo ciudadano.
Un entorno de incertidumbre
Estas renuncias y polémicas han incrementado la presión sobre el gobierno de Torres, que enfrenta expectativas ciudadanas de resolver problemas prioritarios como seguridad, movilidad y transparencia. La percepción de falta de cohesión en el equipo municipal complica aún más la capacidad de la administración para cumplir sus promesas de campaña.
La administración de Ángel Torres enfrenta una crisis temprana que podría definir su rumbo político. Las renuncias de figuras clave como Luis Alberto Molina Ríos no solo evidencian tensiones internas, sino que plantean interrogantes sobre el manejo del poder, la legalidad y la transparencia en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez. Cómo responda a estos desafíos será crucial para recuperar la confianza de su equipo y la ciudadanía.

Discussion about this post