Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
✍🏽COLABORACIÓN INVITADA | Enriqueta Burelo
El tema de la libertad, ha preocupado siempre al ser humano, el derecho a tomar decisiones sin cortapisas, a opinar, al libre tránsito, a leer los libros que uno desee sin problemas de censura, recordemos Fahrenheit 451 una de las novelas distópicas más famosas del siglo XX de Ray Bradbury, donde los bomberos se dedican a quemar libros, a no correr el riesgo que el mundo que pinto Orwell en 1984,sea una realidad, no en vano, muchas cabezas han rodado, por las gradas del cadalso, victimas de pensar diferente a la ideología que en ese momento prevalece.
El titulo del artículo corresponde a una frase de un poema de Emily Dickinson, “Ningún Cepo puede Torturar mi Alma en Libertad”, hacia el final de sus días casi no abandono su habitación pasaba días enteros revisando sus poemas y encuadernándolos a mano, la frase que da titulo a su poema, nos habla que, a pesar de esta decisión del encierro, ella es libre.
Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas, un bello y profundo poema de Miguel Hernández, hecho famoso por Juan Manuel Serrat, nos hace reflexionar sobre el significado de libertad, Cervantes, la clasifica como un don, “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”, le decía don Quijote a su escudero en un pasaje de la novela cervantina.
A pesar de que para la Revolución Francesa su lema fue: Libertad. Igualdad y fraternidad, en los años de la revolución se cometieron también excesos de violencia que llevaron a miles de ciudadanos a sucumbir ante la hoja de “Madame Guillotine”. Una de sus víctimas fue una mujer que dio su vida por haber defendido la libertad del lado de los Girondinos. Madame Roland pasó a la historia por ser una revolucionaria que hizo de su salón el centro neurálgico de las reuniones de sus principales protagonistas. El Terror la convirtió en una amenaza contra las ideas radicales defendidas por los Jacobinos. Y pagó con su vida haber defendido la libertad. Momentos antes de su muerte, pronuncio la frase que la hizo famosa ¡Oh libertad, cuantos crímenes se comenten en tu nombre!
Y a lo largo y ancho del globo terráqueo, nos encontramos que la libertad, es también acción, acción colectiva, un ejemplo de ello es la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, fue un momento estelar de la humanidad —el último de verdadero optimismo que haya vivido Europa, el triunfo de la libertad frente a la dictadura— cambió la vida de millones de alemanes del Este.
Una mujer en Irán recibe 74 latigazos por publicar su foto sin el velo en redes. Desde la Revolución Islámica que impuso el ayatolá Ruhollah Musavi Jomein en 1979, el velo o hiyab es obligatorio para todas las mujeres, incluso las extranjeras, en Irán. Sin embargo, en los últimos meses es cada vez más frecuente la aparición de mujeres sin velo en lugares públicos, principalmente luego de las protestas que desencadenaron por la muerte de Mahsa Amin. Estas acciones que están llevan a cabo las mujeres iranies aun a riesgo de su vida, son un ejercicio libertario.
Nacido en 1913, Albert Camus, este conocido escritor que recibiría en 1957 el premio Nobel de Literatura trabajó a lo largo de su obra conceptos como el citado absurdismo, la búsqueda de la libertad, la rebeldía contra la absurdidad (incluyendo el arte como una forma de manifestarla), la moral (elemento imprescindible para él), la manipulación o las relaciones personales. La única manera de lidiar con un mundo sin libertad es llegar a ser tan absolutamente libre que tu misma existencia es un acto de rebelión.
Viktor Frankl es conocido normalmente como el padre de la “tercera escuela vienesa”, siendo las dos primeras las fundadas por Sigmund Freud y Alfred Adler. Su idea más importante es que el principal motivador en la vida de las personas es la búsqueda de un sentido único. Por lo tanto, para él la psicoterapia debe ayudar a los individuos a encontrar su propósito vital. Para Frankl, la libertad reside en elegir cada día nuestra respuesta. Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra libertad.
Hay quien migra buscando la libertad, Oriana Fallaci, le periodista italiana, que casi muere en Tlatelolco, se mudó buscando la libertad que no le ofrecía Italia, sobre todo desde el punto de vista profesional, pero sabía que era un lugar lleno de contradicciones. Hoy seguramente habría subrayado que Trump ganó dos veces frente a dos mujeres. La libertad y la igualdad de las mujeres era una de sus grandes preocupaciones y estas elecciones la habrían irritado mucho.
Basta ojear los libros de Fallaci para reconocer ese compromiso: en ‘El sexo inútil’, un viaje-denuncia sobre la condición de la mujer a través de diferentes países publicado en 1961, la periodista escribió una frase que casi media humanidad aún no acepta: “La revolución más grande en un país es la que cambia a las mujeres y su forma de vida. No se puede hacer la revolución sin mujeres”.
enriquetaburelomelgar@gmail.com