En un acto encabezado por el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y autoridades de la Sedena, Chiapas destruye armas confiscadas para prevenir su regreso al crimen organizado y consolidar la paz social.
El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, acompañado del Fiscal General del Estado, Jorge Luis Llaven Abarca, y el subjefe operativo de la VII Región Militar, Alejandro Alcántara Ávila, encabezó la ceremonia de destrucción de armas en el Campo Militar “El Sabino”. Este evento, organizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), representa un esfuerzo coordinado para reforzar la seguridad pública en Chiapas.
La ceremonia contó con la participación del secretario de Seguridad del Pueblo, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, y el presidente del Poder Judicial, Juan Carlos Moreno Guillén, quienes destacaron la importancia de estas acciones para garantizar la tranquilidad en el estado.

Durante el evento, Eduardo Ramírez subrayó que la destrucción de armas incautadas es un paso significativo hacia la construcción de un Chiapas más seguro.
“Estas acciones no solo refuerzan nuestro compromiso con la paz social, sino que envían un mensaje claro: no toleraremos el uso de armas en actividades ilícitas que afecten a nuestras comunidades”, afirmó el mandatario.

El Fiscal General, Jorge Luis Llaven Abarca, destacó que la destrucción de armas evita que estas regresen a manos de delincuentes, contribuyendo directamente a la seguridad ciudadana.
“Cada arma destruida representa una oportunidad menos para que sea utilizada en actos delictivos”, señaló, reiterando el compromiso del gobierno con la seguridad y justicia.
Con estas acciones, el Gobierno de Chiapas, en colaboración con la Sedena y las fuerzas de seguridad, reafirma su determinación de combatir la violencia y el crimen organizado. La destrucción de armas incautadas no solo es un acto simbólico, sino una medida efectiva para garantizar la paz y tranquilidad de las y los chiapanecos.

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