Su hallazgo en Palenque en 1994 marcó un antes y un después en la comprensión de la dinastía maya.
Eric Ordóñez/Ultimátum
Durante la sección “Mujeres en la Historia” de la conferencia mañanera, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, se reconoció el legado de mujeres extraordinarias del pasado y el presente. En esta ocasión, se destacó a la arqueóloga chiapaneca Fanny López Jiménez, quien en 1994 descubrió a la legendaria Reina Roja, un hallazgo que transformó la comprensión de la dinastía maya en Palenque.
En su trabajo en el Templo XIII de Palenque, Fanny López desafió las convenciones al proponer que los restos teñidos en cinabrio hallados en un sarcófago pertenecían a una mujer. Aunque inicialmente desestimada por sus colegas, su corazonada fue confirmada por el antropólogo físico Arturo Romano: los restos correspondían a Tz’akbu Ajaw, una figura femenina de alto rango conocida como la Reina Roja y esposa del gobernante Pakal el Grande.
UNA VIDA DEDICADA A LA ARQUEOLOGÍA
Fanny López es originaria de Chiapas y egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Posee una maestría en Estudios Mesoamericanos por la UNAM y es fundadora de la Licenciatura en Arqueología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). También dirigió el Museo Regional de Chiapas, contribuyendo al resguardo y difusión del patrimonio cultural del estado.
RECONOCIMIENTO Y REFLEXIÓN
En 2024, al cumplirse 30 años de su descubrimiento, Fanny López fue condecorada con la medalla “Rosario Castellanos”, en el marco del 50 aniversario de la célebre escritora chiapaneca. Durante su discurso, la arqueóloga reflexionó sobre el papel histórico de las mujeres: “Las mujeres somos el eslabón más fuerte y el más débil de la sociedad. Más fuerte, porque históricamente sobre nosotras recae la tarea de sostener la familia y la sociedad. Más débil, porque nuestras necesidades han sido minimizadas, invisibilizadas y escatimadas.”
UN EJEMPLO PARA EL FUTURO
La historia de Fanny López Jiménez y su contribución al redescubrimiento del pasado maya fueron enmarcadas en el esfuerzo por transformar los logros excepcionales de las mujeres en una norma. Como expresó la subsecretaria de Educación Básica, Noemí Juárez Pérez, estas historias inspiran a construir un presente y futuro donde el papel de las mujeres sea protagónico, dejando un legado de orgullo y resiliencia.
