Lo describieron como un joven trabajador, honesto y muy responsable, sus clientes también hicieron acto de presencia.
Sarah Valenzuela/Ultimátum
Entre lágrimas, mariachi, vivas, aplausos y flores, despidieron el día de ayer a Alan Vázquez, conductor de la empresa R &F quien fue asesinado por su pasajero.
Alan fue compañero, amigo, hijo, esposo y padre ejemplar. Los conductores taxistas lo describieron como un joven trabajador, honesto y muy responsable, sus clientes acudieron a despedirlo y manifestaron que siempre le daban las cinco estrellas de excelencia porque así eran sus servicios: de mucha calidad.
Citlali del Carmen Rodulfo Acuña, esposa de Alan Vázquez, explicó que por la mañana salieron de casa cada uno a su trabajo, la pasó a dejar y nunca se imaginó que sería la última vez que lo vería con vida. Era su compañero de vida, eran un equipo.
“Yo pido justicia por él la persona responsable que hizo esto, que sean claros con todo, lo necesito encontrar, me siento sola, perdida, porque mi esposo, mi pareja, se haya ido de esta forma que no debía irse”.
Sus compañeros acudieron a su llamado de auxilio, sin embargo, lo encontraron herido con un puñal en el corazón, y aunque lo trasladaron a un hospital de Bochil, los médicos no contaban con los medios para hacer la cirugía a corazón abierto. Una ambulancia de terapia intensiva realizó el recorrido desde Tuxtla Gutiérrez a Bochil, lo llevaron al Hospital General Dr Jesús Gilberto Gómez Maza, pero por la gravedad de la herida, ya nada pudieron hacer por el joven de 34 años y perdió la vida el día martes.
Fue sepultado en el Panteón San Marcos, donde le dieron el último adiós con aplausos y vivas. Dejó a tres pequeños en la orfandad. Su familia, compañeros del sitio y amigos piden que las autoridades detengan al responsable que terminó con la vida del joven conductor del Vento Blanco, el móvil #135. El chico amable y platicador que siempre daba sus servicios con una sonrisa.
