El zapateado volvió a resonar llenando de energía este heroico municipio.
Ramiro Trejo/Ultimátum
La espera terminó para los chiapacorceños. Desde muy temprano, el patrón de los Parachicos aguardaba en la Casa de las Chiapanecas, punto de reunión para el primer baile de este 2025.
En ese lugar, el patrón, quien guía a todos los Parachicos, se encomendó al santo patrono de la Fiesta Grande de Enero, San Sebastián Mártir.
Rubisel Gómez Nigenda, patrón de los Parachicos, exhortó a los danzantes a respetar la tradición: “Solo les pido que al portar el traje, lo respeten y se respeten a sí mismos. Sé que el alcohol es parte de las fiestas, pero cuando se toma con moderación, logramos conservar nuestra personalidad. El alcohol nos cambia y no somos nosotros mismos. Les pido que armonicemos como grupo, quiero alegría, algarabía. No seamos egoístas, no bailemos solo para nosotros mismos”, recalcó.
Un año tuvo que pasar para que el zapateado de los danzantes volviera a retumbar en el heroico municipio. La tierra vibró con la energía de los Parachicos, que llenaron de vida y emoción las calles de Chiapa de Corzo.
TRADICIÓN Y DEVOCIÓN
Este día, muchos reafirmaron promesas y agradecieron por un año más de vida y de poder zapatear. Algunos incluso fueron chicoteados, como parte de una promesa, con el fuete que acompaña la vestimenta tradicional del patrón.
Miles de Parachicos portaron con orgullo su traje de gala: la chalina, el sarape, la montera, el chinchín, los listones y, por supuesto, la emblemática mascarita de palo, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Cada elemento de su indumentaria es símbolo de tradición y devoción hacia el Señor de Esquipulas.
La poderosa mano de los danzantes, junto con el chinchín, llenó de alegría las calles de este Pueblo Mágico. Al ritmo del tamborcito de guerra y el carrizo, estos icónicos personajes recorrieron las principales avenidas, transmitiendo la esencia de esta festividad única.
El próximo viernes 17 de enero, los Parachicos volverán a abarrotar las calles de Chiapa de Corzo, llevando consigo el espíritu vibrante de la Fiesta Grande de Enero.
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