En las páginas de este conflicto, la magistrada Sofía Ruiz Olvera emerge como una figura de influencia.
REALIDAD A SORBOS/Eric Ordóñez
En las tierras del sureste, donde las montañas se alzan como testigos mudos, el Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado de Chiapas (ICATECH) se encuentra atrapado en un remolino de acusaciones. Sus muros, construidos para el conocimiento y el progreso, hoy resguardan historias de nepotismo, abuso de poder y manipulación sindical. Como si una oscura profecía se hubiese cumplido, las decisiones de la administración pasada, liderada por Fabiola Lizbeth Astudillo Reyes, sembraron un caos que ahora florece en la indignación pública.
LA SOMBRA DEL LINAJE Y LA TRAICIÓN
Aurora Méndez Guerrero, líder del Sindicato Independiente de Trabajadores del ICATECH (SITSICATECH), se presenta como la heroína en esta narrativa de conflicto. Sin embargo, las estrellas parecen apuntar en otra dirección. Méndez, quien presume de luchar “sola” por los derechos de los trabajadores, ha sido señalada por aceptar una liquidación de más de 100 mil pesos tras su despido, un acto que contradice sus discursos públicos.
¿Es esta la batalla de una líder o el acto de una estratega que danza entre la verdad y la conveniencia? Sus vínculos familiares con la exdirectora Astudillo Reyes no pasan desapercibidos, como si el destino la mantuviera anclada a un pasado que intenta recuperar a través de las urnas sindicales. Las votaciones, programadas entre el 27 de enero y el 6 de febrero, prometen convertirse en un campo de batalla en el que trendrán participación apenas 300 agremiados. Pero, ¿acaso los trabajadores recuperarán sus derechos o caerán nuevamente en un círculo de intereses personales?
LA RED DE PODER: NOMBRES MARCADOS POR EL DESTINO
En las páginas de este conflicto, la magistrada Sofía Ruiz Olvera emerge como una figura de influencia. Bajo su sombra, durante la gestión de Astudillo Reyes, se tejió una red de nepotismo que parece haber transformado al ICATECH en un legado familiar. Los nombres que surgen de esta red no son casualidad, sino piezas de un tablero cuidadosamente movidas:
José Roberto Gómez Corzo, cuñado de Ruiz Olvera, quien se asegura comandó la Unidad de Capacitación en San Cristóbal de Las Casas.
Victoria Ruiz Olvera, hermana de la magistrada y actual directora de un plantel Conalep.
Javier López Ruiz, otro cuñado, quien como director administrativo del ICATECH manejó las plazas y proveedores de las 11 unidades de capacitación del estado.
¿Acaso estas figuras, unidas por lazos familiares, siguen moviendo los hilos desde las sombras? La profecía parece clara: el nepotismo ha enraizado sus tentáculos en el instituto, y su influencia aún perdura, aunque las máscaras cambien.
LAS PALABRAS COMO EVIDENCIA DEL ENGAÑO
Como si los vientos del destino soplaran con fuerza, audios y videos filtrados han sacudido al sindicato. En ellos, Aurora Méndez Guerrero admite su renuncia y el cobro de su indemnización. Estas revelaciones no solo siembran desconfianza entre los afiliados sindicales, sino que alimentan el fuego de la indignación.
“Dije que lucharía hasta el final, pero…”, se escucha en uno de los audios. Esa pausa, cargada de ambigüedad, resuena en la conciencia de los trabajadores que ahora cuestionan su liderazgo. ¿Es Méndez una líder o una emisaria de intereses oscuros que buscan regresar al poder?
EL AUGURIO DEL RETORNO O EL CAMBIO
El ICATECH, atrapado en esta vorágine de acusaciones y dudas, enfrenta un momento crucial. Las elecciones sindicales no solo definirán el futuro del SITSICATECH, sino que marcarán el camino para un instituto que debería ser un faro de conocimiento y desarrollo para Chiapas.
Como si el destino hubiese trazado este escenario, los trabajadores ahora tienen en sus manos la oportunidad de romper con el pasado o perpetuar un sistema que se alimenta de las mismas prácticas que han llevado al instituto a este estado.
UN BAILE ETERNO
El ICATECH es un espejo de muchas instituciones en Chiapas: atrapadas entre el avance y el retroceso, entre la transparencia y la corrupción. En esta danza de sombras, los nombres cambian, pero las prácticas parecen eternas.
La pregunta que queda en el aire es si los trabajadores, las autoridades y la sociedad serán capaces de romper este ciclo. ¿Podrá Chiapas finalmente emerger de su propio laberinto político? Las estrellas, como diría Nostradamus, auguran tormentas, pero también cielos despejados para quienes se atrevan a cambiar el rumbo.
El augurio está escrito. El desenlace, en manos de quienes decidan enfrentarlo.
Cordial Saludo.
