Cuatro de cada 10 niñas y niños menores de seis años, sobreviven aún en estas condiciones
Sarah Valenzuela/Ultimátum
Chiapas ocupa el primer lugar del país en pobreza de su primera infancia, ya que, de acuerdo a los indicadores de pobreza, el 79.3 por ciento (casi 8 de cada 10) de las niñas y niños de 0 a 6 años viven en dicha situación; carencias que impactan en el desarrollo y bienestar de los menores de edad.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el estado de Chiapas ocupa el primer lugar del país en pobreza de su primera infancia, ya que, de acuerdo a los indicadores de pobreza, el 79.3 por ciento (casi 8 de cada 10) de las niñas y niños de 0 a 6 años viven en dicha situación.
En lo que respecta a pobreza extrema, el Consejo refiere que también es la primera infancia chiapaneca la que sufre la mayor proporción en contraste con la población menor de 18 años y la población en general.
En el 2022, señala el Coneval que en Chiapas el 28.21 por ciento de la población en general se encontraba en pobreza extrema, el 36.85 por ciento de los menores de 18 años, mientras que el 39.69 por ciento de niños y niñas de 0 a seis años se encontraba en situación de pobreza extrema. Es decir, cuatro de cada 10 niñas y niños menores de seis años sobreviven aún en pobreza extrema.
Si bien, entre los años 2018 y 2020, el porcentaje de niñas y niños menores de 0 a seis años en pobreza disminuyó 5.88 puntos porcentuales; entre el 2020 y el 2022 la pobreza extrema incrementó 3.38 puntos para este grupo poblacional.
Estas cifras cobran relevancia, luego de que la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE), confirmara la muerte de tres niños por comer pan envenenado en la comunidad de San Cayetano del municipio de El Bosque.
Un hecho similar, pero sin tener desenlace trágico, ocurrió a finales de 2016, cuando usuarios de las redes sociales circularan imágenes de dos niños del municipio de Villaflores, buscaban entre tambos de basura comida entre los desechos.
Ambos casos, generaron indignación entre la sociedad, ya que cuestionan si esas son las condiciones de vida para las y los niños que viven en la entidad.
