Los menores son doblemente víctimas y terminan en la orfandad.
PUNTO DE FUGA/Alfredo Pacheco
El pasado miércoles el Congreso de Chiapas aprobó una reforma al código civil del Estado con la cual aquellas personas que tengan una sentencia por el delito de feminicidio o el intento este perderán la patria potestad de sus hijos.
Esto es relevante ya que con esta determinación se pondera el bienestar del menor de acuerdo a las estadísticas de los casos de feminicidios, estos delitos se cometen por las parejas de las víctimas, y cuando hijos de por medio los menores se vuelven doblemente víctimas ya que por un lado pierden a su madre y por el otro continúan con el vínculo con su feminicida.
No imagino el terrible dolor de un hijo de tener que seguir conviviendo con la persona que le arrebató la vida a su mamá, los menores son doblemente víctimas y terminan en la orfandad.
Y es que aun cuando la justicia sentenciara al feminicida, este mantenía sus derechos como padre del menor y podían incluso reclamar estos derechos, imagínese estimado lector ¿qué el asesino de sum madre les demande una pensión de manutención por incapacidad?, suena descabellado, pero podría llegar a ocurrir ya que, aunque hay sido sentenciado todavía tenía la patria potestad.
Si duda esta reforma es un muy buen avance para fortalecer los derechos de los menores los cuales han estado en riesgo en múltiples ocasiones ya que muchas veces no se les escucha y se les dificulta alzar la voz.
En ese sentido, llamó mucho la atención que los legisladores chiapanecos no se limitaron con aprobar que los feminicidas pierdan la patria potestad, sino impulsaron también que estos no puedan salir de manera anticipada, es decir que tendrán que cumplir a cabalidad su sentencia y no podrán ser liberados por buena conducta o por cualquier otra circunstancia.
Resalta que en el 2024 hubo una escalada de feminicidios en Chiapas, pues se registraron 40 casos de manera oficial, en tanto que algunas organizaciones indican que la cifra podría ser de al menos 63 casos, algo verdaderamente preocupante.
Colectivas feministas advierten que las cifras reales serían aún más alarmantes ya que la gran mayoría de las veces no se contabilizan los femincidios en las comunidades ni los de mujeres migrantes pues en estos últimos casos no hay familiares que denuncien o exijan justicia.
Por su parte la Comisión Estatal de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Colectiva 50+1 ha denunciado que en Chiapas hay una crisis de violencia contra las mujeres de todas las edades, desde niñas hasta adultas mayores, principalmente en San Cristóbal de las Casas, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y la región Frailesca.
PERSPECTIVA
Marzo el mes de la mujer estuvo plagado de actividades en favor de los derechos de estas, sin embargo, hubo un desatino por parte de las bancadas morenista y priista en el Palacio Legislativo de San Lázaro; esperemos que corrijan el curso y el “llegaron todas”, no quede en el mero discurso.
¡Hasta la próxima!
