El país depende de laboratorios panameños para frenar al gusano barrenador del ganado.
Eric Ordóñez/Ultimátum
México ha tenido que recurrir a Panamá para abastecerse de moscas estériles utilizadas en el combate contra el gusano barrenador del ganado (GBG), una plaga que ha puesto en alerta al sureste del país. Pese a contar con una planta inactiva en Tapachula, Chiapas, toda la producción actual proviene del laboratorio panameño, único autorizado internacionalmente para generar estos insectos modificados genéticamente.
Durante un conferencia matutina del Gobierno de Tabasco, el subsecretario de Desarrollo Agrícola y Ganadería, Joaquín Alejandro Ligonio, confirmó que las moscas empleadas en el programa de ecofumigación son importadas desde Panamá, ya que se requiere garantizar su compatibilidad genética con la mosca que transmite la larva del gusano barrenador.
“Este laboratorio acreditado, únicamente está ahora en el país de Panamá, y es de Panamá donde se hicieron los convenios para que se pudiera fabricar la mosca (…) se tienen pláticas con el gobierno de Estados Unidos, con el Departamento de Agricultura, para poder echarla a andar la planta que está en el estado de Chiapas, en Tapachula”, aseguró Alejandro Ligonio.
De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), del 30 de noviembre de 2024 a la fecha se han liberado más de 885 millones de moscas estériles en los estados del sur-sureste mexicano, como parte de un operativo estratégico para romper el ciclo reproductivo del parásito. Estas moscas llegan acondicionadas desde Panamá y se reparten a través de centros de empaque ubicados en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, Chiapas.
Actualmente, más de 100 millones de moscas son liberadas semanalmente en zonas con brotes confirmados, una medida respaldada por el gobierno mexicano y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, mediante colaboración con el APHIS. Se prevé que en noviembre de 2025 entre en operación un nuevo centro de liberación fijo en el aeropuerto de Tuxtla, con capacidad para dispersar hasta 120 millones de moscas por semana.
