Propone acortar procesos, priorizar el fondo y acercar el sistema a la ciudadanía.
Eric Ordóñez/Ultimátum
Con dos décadas de experiencia en litigio y una sólida formación académica, el doctor Jorge Tadeo González Estrada se presenta como candidato a juez de distrito en materia penal, con sede en Tuxtla Gutiérrez. Su candidatura forma parte del proceso inédito por el que la ciudadanía podrá elegir directamente a los impartidores de justicia del Poder Judicial de la Federación. “Me inscribí con dudas, como todos, pero estoy convencido de que esta apertura es un paso hacia un sistema más democrático y humano”, afirmó en entrevista con Diario Ultimátum.
Desde Tapachula, ciudad donde reside, González Estrada ha recorrido las calles, mercados y foros académicos para acercarse a la gente. Asegura que el mayor reto ha sido informar. “La ciudadanía no estaba enterada del proceso ni de lo que hace un juez de distrito. Cuando uno se toma el tiempo para explicarles, responden con interés y agradecen ser escuchados”, señala.
El especialista en derechos humanos explicó que un juez de amparo penal revisa si la actuación de la policía, el Ministerio Público y el juez de control en un proceso penal ha sido legal. “Nos toca revisar detenciones arbitrarias, resoluciones indebidas o violaciones al debido proceso. Es una labor fundamental porque de ello depende que los derechos fundamentales sean respetados”, sostuvo.
Como litigante, González ha enfrentado los retrasos del sistema. “Tenemos amparos que tardan uno o dos años. Eso es inaceptable. El sistema de justicia penal es oral y expedito, pero el amparo sigue siendo escrito y lento. Esa contradicción provoca que víctimas y acusados esperen años por una resolución”, lamentó.
Por ello, una de sus principales propuestas es privilegiar el fondo sobre la forma. “No podemos permitir que errores de forma retrasen la justicia. El juez debe entrar al fondo del asunto y emitir resoluciones con contenido, no sólo por técnica procesal”, dijo. También planteó usar la suspensión con efectos restitutorios para proteger los derechos de las personas incluso antes de que concluya el juicio. “Si veo que el ciudadano tiene razón, puedo devolverle sus derechos en 24 horas, sin esperar meses para la sentencia”, detalló.
La tercera línea de acción que propone es mantener el vínculo con la academia, desde donde ha formado a generaciones de jóvenes abogados. “La justicia no se transforma sólo desde el escritorio. Hay que nutrirse de las ideas frescas, de la mirada crítica de los estudiantes y de quienes ejercen el derecho fuera del tribunal”, aseguró.
Doctor en derechos humanos, con dos maestrías en juicios orales y ciencias jurídicas, además de una especialidad en funciones del Poder Judicial Federal, Jorge Tadeo González no es ajeno al sistema que aspira a cambiar. “He visto muchas cosas buenas, pero también prácticas que no deben repetirse. No tengo intereses que proteger, pero sí muchas convicciones que defender”, sostuvo.
Invitó a votar el próximo 1 de junio con información y conciencia. En la boleta amarilla de jueces, aparece como número 27, en la columna de varones y el recuadro verde correspondiente a la especialidad penal. “No competimos entre todos, se vota por un juez penal y uno mixto, por eso es importante que sepan ubicar a su candidato”, explicó.
Además, hizo un llamado especial a la juventud, a quienes considera el presente del país. “Muchos creen que son manipulables, pero los jóvenes hoy razonan, investigan, cuestionan. Son los más informados. Ellos sí pueden tomar una decisión bien fundamentada”, señaló. Y agregó que, como docente, ha visto cómo los estudiantes llegan con ideales nobles y cree que es tarea de los académicos y operadores del sistema no manchar esas aspiraciones.
Sobre la desconfianza ciudadana en el proceso, reconoce que no se puede exigir fe ciega, pero sí un voto razonado. “Este proceso puede ser el inicio de un Poder Judicial más cercano, con perfiles diversos: académicos, litigantes, jueces de carrera. Todos cabemos si tenemos vocación”, expresó.
Finalmente, reiteró su disposición para servir. “A estas alturas de mi carrera, no busco poder ni privilegios. Quiero poner mi experiencia al servicio del país. Ser juez debe ser la mayor aspiración de un jurista, y si me eligen, serviré con valentía, honestidad y cercanía”, concluyó.


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