Cuando llegue al cargo velará porque ya no haya corrupción, acoso sexual, ni laboral o de cualquier otro tipo, afirmó la candidata a magistrada del TDJ
Eugenio Hernández Sasso/Ultmátum
La maestra María Isabel Rojas Letechipia, candidata a magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), cuenta con 35 años dentro del Poder Judicial de la Federación (PJF), empezó como oficial judicial, luego ascendió a actuaria, seguidamente como secretaria proyectista en materias penal y laboral, donde se especializó e hizo su maestría, y, además, se desempeñó como magistrada en funciones.
Entrevistada por la conductora de noticias Rubí Zúñiga, desde la plataforma virtual del diario Ultimátum, Rojas Letechipia reveló que ahí empezó su formación, aunque ya traía el ímpetu de impartir justicia, pues viene de una madre que quedó viuda, con nueve hijos, y los sacó adelante con mucho esfuerzo.
Su mamá, explicó, fue víctima de muchas vejaciones como mujer y madre soltera. Esas circunstancias despertaron en ella la inquietud de proteger no solamente a quienes enfrentan una situación similar, sino a todas aquellas personas que de alguna manera han sufrido violación a sus derechos.
Señaló que aspira a ser magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial, porque tiene formación para resolver denuncias, quejas e inconformidades en cuestión de servidores públicos.
Todos los conocimientos y la experiencia adquirida en su trayectoria profesional, dijo que los enfocará a lo que será esta nueva institución que se encargará de velar porque no se violenten derechos y sancionará severamente a los servidores públicos.
La experiencia en materia de campañas para quienes ya trabajaban dentro del PJF ha sido difícil, porque nunca se habían visto inmersos en una cuestión política, subrayó.
Su trabajo, aseguró María Isabel Rojas, ha sido más jurisdiccional, donde están encerrados cien por ciento en una oficina resolviendo casos totalmente apegados a leyes y códigos, por lo que “salir a la luz pública” y estar en entrevistas les ha costado un poco de trabajo.
Coincidió en que en este proceso hizo falta mayor difusión hacia la ciudadanía, pues ahora que han procurado la cercanía con la gente y distribuir volantes informativos, se han dado cuenta que muchos ignoran lo que va a pasar el próximo domingo 1 de junio.
Agregó que también fue muy corto el tiempo para que se dieran a conocer como candidatos, ya que muchas personas, actualmente, no saben a qué aspiran ni cuáles son sus intenciones. “Muchos, a veces, ni siquiera quieren platicar con nosotros”.
En materia de paridad sostuvo que muchas veces las mujeres se han visto limitadas por ser madres de familia y no tener el tiempo para perfeccionarse en el desempeño de la labor y competir en concursos de oposición.
Eso, indicó, propició que dentro del PJF hubiera poca participación de ellas, pero poco a poco se ha ido quietando ese paradigma, de tal forma que con los cambios realizados ahora sus posibilidades han aumentado para ocupar cargos dentro de la institución.
Señaló que siempre se ha mantenido con rectitud en los cargos que ha desempeñado y por ello no ha sido sujeta a ninguna queja o denuncia en su contra.
Cuando llegue al cargo velará porque ya no haya actos de corrupción, acoso sexual, ni laboral o de cualquier tipo, para que la justicia se aplique de acuerdo a la Constitución.
Dijo que este tribunal era necesario porque el consejo de la judicatura se creó para resolver este tipo de situaciones, pero eran mínimas, más enfocadas a la cuestión administrativa.
Recalcó que en 2004, de un cúmulo de denuncias, el 82 por ciento fueron absueltas, lo cual quiere decir que hubo muy poco desentrañamiento de esas quejas.
“Además, es necesario porque no solamente serán asuntos internos, sino también la ciudadanía tendrá la oportunidad de hacer sus denuncias”.
Dijo que el Tribunal de Disciplina estará integrado por tres mujeres y dos hombres, quienes se encargarán de la cuestión administrativa y habrá un órgano que se encargará de la carrera judicial y cuestiones de otra índole para resolver cualquier arbitrariedad.
Reconoció que tanto en el Norte como en el Sureste del país la participación es muy escasa, pues hay mucha gente que no quiere salir a votar, algunas personas porque no están de acuerdo con el proceso y otras porque tal vez son apáticas y no les interesa.
Apuntó que su nombre estará representado por el número 15 de la boleta azul turquesa y dentro de su propuesta está el hacer más que palabras acciones concretas, actos precisos y concisos en su labor.
