El rector Oswaldo Chacón ha marcado un antes y un después dentro de la UNACH, por su experiencia, capacidad, formación, trayectoria, carisma y liderazgo, precisó el director académico de la institución.
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
El título de benemérita otorgado a la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) no solo representa un cambio de nombre, sino también un área de oportunidades para que el alma mater profundice en la reforma académica que ya inició el doctor Oswaldo Chacón Rojas, afirmó el doctor Florentino Pérez Pérez, secretario académico de la institución.
Esta innovación pasará por la revisión y actualización del modelo educativo y académico del alma máter de Chiapas, para sintonizarlo con políticas nacionales y del gobierno estatal, representadas en la nueva escuela mexicana, agregó Pérez Pérez en la entrevista con Eric Ordóñez, subdirector del diario Ultimátum.
Señaló que ahora se tienen que vincular y articular los esfuerzos de maestras y maestros en la generación y aplicación de conocimientos sobre los problemas de la sociedad contemporánea con una perspectiva del llamado Sur global.
Aseguró que la universidad también tiene el compromiso de generar un programa de intercambio y colaboración con instituciones centroamericanas.
Recordó que recientemente se firmó un convenio en La Antigua, Guatemala, con el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) con el propósito de crear un espacio común de educación llamado Quetzal.
Esto llevará a la UNACH a profundizar sus vínculos con la región, realizar programas de doble titulación, pero también efectuará estudios comunes sobre el origen de la migración, las cuencas hídricas y la atención primaria de la salud.
Además, se harán investigaciones y proyectos concernientes a la Inteligencia Artificial (IA), calentamiento global y cambio climático, así como seguridad alimentaria, entre otros.
Reconoció la experiencia, capacidad, formación, trayectoria, el carisma y el liderazgo del rector Oswaldo Chacón Rojas y dijo que a su llegada a la institución marcó un antes y un después.
Ahora, agregó, hay diálogo, se escucha a maestras y maestros, se lleva una relación respetuosa con sindicatos administrativos y docentes, las prestaciones se pagan en tiempo y forma, las promociones se hacen apegadas a lo que dicen las convocatorias y las normas universitarias.
Asimismo, hay proyectos novedosos como el de la Marca UNACH para intensificar los programas de vinculación con los sectores productivo y social, se promueve el arte y la cultura y se está trabajando para la próxima Feria Internacional del Libro, en la que el país invitado será Guatemala.
Consideró que este 11 de junio fue un día histórico para la educación superior de Chiapas, particularmente para la UNACH por ser nominada como benemérita, en el marco de los festejos del jubileo de sus 50 de fundación.
Sin embargo, explicó que la trayectoria de la universidad se remonta a 1826 con la constitución de la Universidad Nacional de Chiapas, en San Cristóbal de las Casas, y posteriormente se le cambia al nombre de Universidad Pontificia Literaria de Chiapas.
Recordó que en 2014 el Congreso del Estado acordó escribir con letras de oro el nombre de la UNACH en el recinto del Poder Legislativo.
“Ahora, 11 años después, la secretaria general de Gobierno y Mediación, Patricia Conde Ruiz, emitió una iniciativa al diputado Luis Ignacio Avendaño, mediante la cual se emita un decreto por el que se reforma el artículo 104 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Chiapas, en donde se incluye el nombre de benemérita a la UNACH, que sería la séptima a nivel nacional que tiene esa distinción honorífica”, dijo.
Esto es un reconocimiento social, del gobierno del estado y del Poder Legislativo a la trayectoria de la UNACH, lo que ha representado, representa y representará para el desarrollo cultural, económico y social del estado, la región y el país.
De entrada, indicó el doctor Florentino Pérez, es una adecuación al nombre de la institución y se mantiene la autonomía y el lema “Por la conciencia de la necesidad de servir”.
Este título dijo que demanda la inclusión del humanismo como elemento articulador, la territorialidad que es el pensar desde las historias que constituyen nuestra sociedad y es el reconocimiento a la diversidad cultural.
Ya no son políticas educativas homogéneas, sino que reconocen el territorio, las culturas, las diferentes lenguas y cosmovisiones, para que sea un aprendizaje situado en una realidad sociohistórica determinada.
De igual forma, consideró que se registra un avance tecnológico de la IA para generar una cultura de la educación digital con dispositivos y plataformas ubicadas en el post humanismo y, por otro lado, mirar hacia el Sur es mirar hacia Centro, Latinoamérica y El Caribe.
Reveló que se ha creado el programa universitario de IA que tiene el nombre de Francisco Cervantes, el cual incluye una maestría, reconvertir los centros de cómputo, softwares, generar un diplomado, cursos de capacitación a maestros y alumnos para mostrar que la Inteligencia Artificial es un elemento que acompaña al docente y al estudiante, le facilita el acceso a la información, pero no sustituye el pensamiento humano.

Discussion about this post