El fantasma del Gran Hermano en las leyes de Seguridad
Ricardo Del Muro/Ultimátum
El fantasma del Gran Hermano, que simboliza el Estado policiaco omnipotente descrito por George Orwell, ha estado presente en el debate legislativo sobre las reformas a las Leyes de Seguridad para combatir al crimen organizado, que Morena y sus aliados en el Senado se apresuran para aprobarlas en la sesión plenaria antes de que concluya el periodo extraordinario.
Son por lo menos cinco iniciativas, que abarcan desde la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública hasta la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, incluyendo la referente a Inteligencia e Investigación y la incorporación de la CURP biométrica, lo que representa una acción sin precedentes del gobierno mexicano para enfrentar al crimen organizado que ha cobrado miles de vidas en la disputa por el control de por lo menos 28 estados.
Ante la necesidad de priorizar la seguridad, en el Congreso mexicano también se ha planteado el peligro de que las reformas abran la puerta a un Estado policiaco, donde el derecho a la privacidad y la libertad de expresión queden subordinados al poder del Estado, independientemente de éste sea controlado por Morena o por cualquier otro partido político, incluyendo al PRI o al PAN.
Una difícil disyuntiva, entre la promesa de seguridad y la sombra del autoritarismo, que aparece en el universo distópico que Orwell describió en su libro “1984”, donde el “Gran Hermano” observa a todos en nombre del orden y la seguridad.
“Desde luego – escribió el novelista británico -, no existía medio de comprobar en un momento dado si era uno objeto de vigilancia o no, como tampoco era posible determinar el sistema usado por la Policía del Pensamiento para intervenir los aparatos particulares o determinar la frecuencia con que investigaba”.
En palabras del protagonista, Winston Smith: “Lo probable era que la vigilancia se ejerciera sobre todo el mundo y a cualquier hora del día y la noche. Por supuesto, podían intervenir a voluntad en cualquier aparato de domicilios particulares. Había que vivir – y se vivía, por fuerza de una costumbre convertida en instinto – como acechado en todo momento por ojos invisibles, salvo en la oscuridad más absoluta, como si cada sonido pronunciado resultara captado por oídos extraños”.
Una visión de un Estado policiaco y represor que, según los legisladores opositores, podría ser peor que la “dictadura perfecta”, en tiempos de la hegemonía priísta, cuando estas labores estuvieron a cargo de la Dirección Federal de Seguridad y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
En el Senado, el profeta apocalíptico ha sido el panista Ricardo Anaya quien advirtió: “Están buscando que el Gobierno Federal, a partir de la próxima semana, pueda teclear tu CURP y tenga acceso, fíjense nada más, de cualquier ciudadano mexicano: foto, huellas digitales, todas tus compras de Amazon…tu geolocalización en tiempo real”.
De inmediato, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que es falso que se pretenda espiar a la ciudadanía con la nueva Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública y, en la conferencia matutina del viernes, reaccionó a las declaraciones del senador Anaya, afirmando que son unos “hipócritas” dado que los gobiernos panistas y priístas utilizaban al Cisen para espiar a la oposición.
Ernestina Godoy, consejera jurídica del Ejecutivo Federal, encargada de presentar las iniciativas en la conferencia matutina del martes 24 de junio, aseguró que “en ningún momento se invade la privacidad, los datos personales ni entraremos en conversaciones particulares”. Reiteró: “Todo se hará como está previsto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, con autorización de un juez en su caso”.
Ha sido un debate legislativo sobre los pros y contras de la tecnología y la ciberseguridad, cuya seriedad no ha podido evitar la tragicomedia mexicana, en la intervención de la diputada morenista Olga Leticia Chávez Rojas quien recomendó a sus colegas el uso de la Inteligencia Artificial para simplificar el trabajo legislativo.
“Ya basta que nos estén diciendo que no leímos las iniciativas y que el dictamen no lo hemos leído, 205 páginas tiene el dictamen. Creo que estos personajes del PRI no se han actualizado. Hasta ahorita no han mencionado los avances que ha tenido la ciencia, si nosotros metemos esta iniciativa en una Inteligencia Artificial nos lo puede deducir a la mitad, incluso en un cuarto del tiempo, hasta en 15 minutos. ¡Actualícense ignorantes, actualícense!”, dijo la legisladora en un planteamiento para la posteridad.
ricardodelmuros@hotmail.com

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