“La sociedad ha sufrido mucho por la delincuencia organizada y necesita recuperar la confianza de que se hará justicia”, dijo la jueza de circuito electa.
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Diana Isabel Ivens Cruz, jueza penal de distrito electa, aseguró que su labor se caracterizará por juicios imparciales e independientes, con perspectiva de género, y con el objetivo de recobrar la confianza ciudadana hacia el Poder Judicial.
Entrevistada por Eric Ordóñez, subdirector de Ultimátum, Ivens Cruz compartió que su campaña fue respaldada por la colectiva 50+1 y otras agrupaciones de mujeres, cuyo acompañamiento fue clave para su victoria.
Tras recorrer el estado y tocar puerta por puerta para solicitar el voto ciudadano, la abogada chiapaneca está próxima a rendir protesta y a recibir su adscripción oficial como juzgadora.
Durante su proselitismo, afirmó, su intención no era adoptar un discurso lejano, sino acercarse a la ciudadanía para explicar el trabajo que realizará como jueza.
“Aunque no podía prometer como en otras elecciones, sí hice saber que juzgaré con imparcialidad, independencia y con el respaldo de mi experiencia dentro de la carrera judicial”, señaló.
Luego de obtener el triunfo en las elecciones del 1 de junio y recibir su constancia de mayoría, Ivens Cruz está a la espera de ser asignada a un juzgado, donde instaurará una política de puertas abiertas al servicio de la población.
Compartió que en algunos sondeos iniciales fue colocada en tercer lugar, luego pasó al segundo y finalmente al primero, hasta alzarse con el triunfo. Eran siete contendientes —hombres y mujeres— para el mismo cargo; por lo que, en virtud del principio de paridad, incluso desde el segundo lugar habría resultado electa.
Rechazó ser una improvisada en el ámbito judicial. Detalló que, antes del nuevo sistema de elección, ya se encontraba próxima a presentar su examen para ascender a jueza de distrito, dentro de la carrera judicial tradicional.
Cuenta con diez años de experiencia en el Poder Judicial, desde que concluyó sus estudios en Derecho. Inició como meritoria, sin recibir salario, luego fue oficial judicial, secretaria general de un juez de distrito, y posteriormente secretaria de un magistrado de circuito.
También fue actuaria, secretaria de acuerdos y secretaria de ponencia en un Tribunal Colegiado de Distrito, donde proponía resoluciones jurídicas.
“Toda esta experiencia me respalda. No soy una improvisada. A diferencia de otras personas que no vienen del Poder Judicial, no tendré que pasar por una curva de aprendizaje. Estoy lista para asumir el cargo con responsabilidad y conocimiento”, afirmó.
Uno de los principales retos que enfrentará, dijo, será revertir la percepción negativa que muchos ciudadanos tienen del sistema judicial.
“Escuché muchas quejas: retrasos en los procesos, falta de perspectiva de género, e incluso señalamientos de que los hombres no son tomados en cuenta. Hay mucho que corregir”, subrayó.
Señaló que hará cumplir la ley, pero también reconocerá si una persona se encuentra en una situación de verdadera desventaja, pues muchos de los casos que atenderá pueden involucrar delitos de alto impacto, como el crimen organizado.
“Aun así, hay que ver el contexto. Pero eso sí: se tiene que castigar, porque vivimos en una sociedad que ha sufrido mucho a causa de la delincuencia organizada. La gente necesita recuperar la confianza de que se va a hacer justicia y de que podremos vivir en paz”.
Indicó que el próximo 1 de septiembre rendirá protesta en el Senado de la República, y entre ese momento y su toma de posesión será notificada del juzgado al que será asignada, donde deberá desahogar las audiencias y sentencias pendientes.
Se comprometió a trabajar también hacia el interior del juzgado: dignificar los derechos laborales del personal, fomentar el trato respetuoso a los justiciables y promover un ambiente humano y profesional.
“Todos deben sentirse bien recibidos, incluso si quieren hablar directamente con la jueza. Habrá espacios para madres trabajadoras, cursos de sensibilización y jornadas de asesoría ciudadana”.
Entre los municipios posibles para su adscripción mencionó: Tuxtla Gutiérrez, Cintalapa o Tapachula.

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