Hizo acto de presencia en el Consejo Nacional de Morena que se realizó este domingo en la CDMX. Evadió preguntas sobre su exsecretario investigado por crimen organizado.
Eric Ordóñez/Ultimátum
“¡No estás solo!”, corearon militantes de Morena cuando Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, resaltó la presencia de Adán Augusto López Hernández durante la sesión del Consejo Nacional del partido este domingo.
Aunque fue recibido con aplausos y respaldo por parte de la base morenista, el exgobernador de Tabasco también enfrentó el asedio de reporteros que lo cuestionaron sobre las investigaciones que la Fiscalía General de la República mantiene contra su exsecretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, señalado por presuntos vínculos con el crimen organizado.
A su arribo, López Hernández se limitó a declarar: “Yo lo que tenía que decir ya lo informé y espero que las autoridades hagan su trabajo, sus investigaciones”, mientras sus asistentes abrían paso entre la multitud. Sin embargo, los periodistas insistieron con preguntas sobre si conocía los antecedentes de Bermúdez al momento de nombrarlo, a lo que el senador evitó responder con un evasivo “cuidado, cuidado”, sin dar declaraciones concretas.
De camisa blanca y chaleco guinda, el político acusó de “politiquería” los señalamientos que buscan vincularlo con dicha red de narcotráfico.
El ambiente se tornó tenso por momentos. Algunos simpatizantes intentaron protegerlo del cerco mediático, mientras una parte de la prensa lo cuestionaba con insistencia: “¿Quién te lo recomendó?”, “¿Cómo lo conoció?”, “¿Por qué lo nombró si Tabasco era primer lugar en secuestros?”. Ninguna pregunta obtuvo respuesta.
La presión aumentó luego de que se diera a conocer que Bermúdez Requena es buscado por la Interpol, acusado de liderar el grupo delictivo La Barredora, dedicado al robo de combustible, extorsión y secuestro en varios municipios tabasqueños durante su paso por la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

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