A casi un año de su llegada, al alcalde Ángel “Caído” Torres le llueven denuncias por corrupción y contratos turbios. Lo acusan de favorecer a constructoras y comercializadoras.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
Con el Ángel «Caído» Torres Culebro solo saltan a la vista negocios y más negocios. Es sorprendente la capacidad que tiene para que su administración esté en dudas sobre el manejo del presupuesto a través de empresas de la construcción y comercializadoras a las cuales les adjudica contratos para llevarse impunemente a los bolsillos el dinero de los tuxtlecos. Lo más grave de todo, es que hasta ahora no ha sido requerido para rendir cuentas a las autoridades, pero no debe cantar victoria. Ya estamos cerca de un año desde que llegó al Ayuntamiento de la capital chiapaneca, donde le han llovido denuncias de parte de regidores de la oposición y hasta de su mismo partido, pero hasta este momento no lo ha alcanzado el largo brazo de la justicia, aún y cuando el Grupo Tabasco está cada día más enclenque. Independientemente de todas las acusaciones públicas y legales que pesan en contra del alcalde tuxtleco, importado de Tabasco, ahora se sabe que hay una total deficiencia en la recolección de basura y la sospecha de prácticas corruptas en esta misma área.
Primero los negocios, después del pueblo
Por ejemplo, mientras a Tuxtla y los ciudadanos que pagan sus impuestos no les dan el servicio de recolección adecuadamente, en los restaurantes y negocios los de la Secretaría de Servicios Municipales, a cargo de Horacio Gómez, hasta mandan los camionetas para ir por las toneladas de desechos que se generan. Solo hace falta que el funcionario se suba a un vehículo recolector y vaya personalmente a realizar el trabajo. Pregunta seria: ¿qué negocio estará haciendo Horacio Gómez y Ángel Torres en este rubro? No es que solamente sean candil de la calle y oscuridad de su casa. No. Es que conociendo la clase de «fina» persona que es El Caído, no se puede esperar nada bueno de esa sospechosísima atención especial que le otorga a esos negocios. Si bien es cierto que es posible que el municipio brinde el servicio de recolección de basura en algunos establecimientos, no se vale que se priorice a quienes pagan y a los tuxtlecos se les deje en segundo plano de atención. Solo hay que darse una vuelta por las colonias populares para ver los cerros de basura que se encuentran en las esquinas. Por qué a unos sí y a otros no si al final todos los ciudadanos pagan a través de sus impuestos para que se les traduzca en servicios eficientes. Tuxtla no se merece el trato que recibe de su alcalde y sus corruptos funcionarios como el ahora cuestionado, Horacio Gómez. Cada día que pasa, la ciudad está más inundada de basura y la imagen es asquerosa. Cómo se van a captar divisas del turismo si de esa forma, con el tiempo, nadie va a querer visitar la capital del estado porque la podredumbre aflorará por todos lados.
Horacio Gómez, en la mira
En este sentido, habría que averiguarse si del padrón de negocios a quienes se les cobra por servicio, están todos lo que son atendidos como es el caso del restaurante que se ubica en el fraccionamiento Las Palmas. ¿El secretario de Servicios Públicos Municipales, Horacio Gómez, reportará e ingresará todos los cobros a la Tesorería del municipio? O se trata de otro negocio de este chilango que, como ya se sabe, está haciendo fortuna en el Ayuntamiento, fastuosas construcciones en Tuxtla y en Jiquipilas, según dicen. Sería necesaria una auditoría también en esa área del Ayuntamiento, a través de la cual se transparente cuántos negocios hay en Tuxtla que pagan una cuota por la recolección de su basura, y, en ese sentido, saber cuánto recolecta la comuna para devolver ese dinero en obras y servicios de primer nivel. Definitivamente el tabasqueño no tiene llenadera, y lo verdaderamente grave es que mientras goce de impunidad, más negocios hará al amparo del presupuesto del municipio, el cual debería ser invertido en lo que a los tuxtlecos les hace falta, por ejemplo, las calles están destrozadas, las inundaciones han vuelto a las calles, el Sabinal está contaminado de nueva cuenta y podríamos mencionar una inagotable lista de lo malo que El Caído ha hecho en Tuxtla, así como lo que ha dejado de hacer.
De Tarot y Adivinanza
Por cierto, ya se vio que El Caído está resuelto a solapar a los funcionarios corruptos. ¿Es porque también es proclive al dinero fácil ? … Servidos.

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